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domingo, 26 de mayo de 2013

Lo Ecologico y lo Ambiental

Lo Ecologico y lo Ambiental 
 
Antes de que la Ecología se desarrollará como un campo específico de conocimiento era evidente el conflicto del hombre con la naturaleza; la ecología ha contribuido a divulgarlo y a explorar sus causas, que es ante todo el manejo d esintegrado que se hace del medio, y los efectos que esto tiene. 

La exploración de causas y efectos resalta lo que por lo demás era obvio: todas las actividades humanas guardan de un modo u otro relación con el medio físico y natural, del cual el hombre forma parte integral y principal. La relación hombre-naturaleza es mutua, ya que no solo el hombre afecta a esta sino que la naturaleza condiciona las actuaciones de aquel; la mutua relación puede ser, además, positiva o negativa en ambos sentidos. 

El tema de las relaciones entre hombre y naturaleza trasciende el campo de acción de la ecología; esta, definida estrictamente, se ocupa de la estructura y función de la naturaleza, entendiendo por esta el conjunto unitario y ordenado conformado por los elementos vivos e inertes que interactúan en la biosfera para conservar la vida sobre la tierra. Como tal, la ecología es una ciencia natural, con un objeto bien definido y con lógicas e inevitables conexiones con otras ciencias; en la medida que el hombre forma parte de la naturaleza es también una ciencia humana. 

No obstante, las múltiples formas de relación hombre–naturaleza requieren para su estudio el concurso de muy diversas ciencias; cada uno de ellas contribuye desde su punto de vista al análisis del tema y conjuntamente, en la medida que confluyen sobre un objeto común, conforman una ínterdisciplina. A esta ínterdisciplina amplia, a la cual contribuyen tanto las ciencias que se ocupan del medio físico y natural (geología, climatología, edafología, fisiología en general ecología, etc.) como del medio humano (historia, sociología, antropología, etc.), se la podría denominar Ciencias Ambientales o, de modo más simple, Ambientalismo o Ambientalística. 

El Ambientalismo como ínterdisciplina científica se diferencia cada vez más de la ecología; también se separa del ambientalismo o ecologismo concebidos exclusivamente como activismo político, social o de otras formas, en defensa de la naturaleza y con poca o ninguna base científica. 

Aunque apoyado y originado tanto en la ecología como en el ecologismo, el ambientalismo ha evolucionado hacia el estudio científico de las interacciones entre economía y medio ambiente, política y medio ambiente, sociedad y medio ambiente, entre otros ejemplos que podrían citarse. De este estudio se deriva una comprensión más clara de los conflictos pero también de las posibilidades de mejora que tienen las relaciones hombre-naturaleza. 

Sin embargo, productos de la ínterdisciplina ya se disfrutan; algunos aspectos, en particular lo relativo a lo que podría llamarse "economía ambiental", arroja luces muy clarificantes sobre la naturaleza eminentemente política y económica de la problemática ambiental. A su vez la ecología, ha señalado la insuficiencia de ciertos planteamientos económicos que no se fundamentan en un conocimiento adecuado de la base natural sobre la cual se orientan los procesos productivos y los riesgos implícitos en los impactos ambientales de dichos procesos. Ello conduce a la planificación con criterios ambientales y ecológicos como herramienta para el logro de un desarrollo más armónico y sostenido. 

El ambientalismo se ocupa, entonces, de lo que se llama corrientemente "problemática ambiental", estudiando sus causas y características desde las diferentes áreas del conocimiento humano, con el propósito de buscar respuestas que permitan enfrentarla y conduzcan a una gestión más adecuada del medio ambiente. En este terreno la participación de los diferentes campos de la ciencia no solo es posible sino necesaria y debe reunir y canalizar la participación individual y social en un esfuerzo para hallar formas más armónicas de relación de la humanidad con el resto de la Biosfera. 

Esto conduce previsiblemente a la acción política y así ha sido desde los primeros tiempos, cuando se hizo evidente la cuestión ambiental; las primeras expresiones de la preocupación social por el ambiente no fueron investigaciones científicas del deterioro del medio tanto como cruzadas políticas o tendencias sociales (Ej. hippismo) en defensa del ambiente y contra el deterioro de la naturaleza. Dichas expresiones, en sus formas extremas y sobre una endeble o al menos discutible base científica, formularon, presuntas incompatibilidades entre desarrollo y medio ambiente. Tal posición condujo a una polarización entre sectores defensores del medio y técnicos defensores del desarrollo que se enfrentaron en una larga polémica, quizá ineludible pero no muy productiva; solo tras años de paciente labor, sectores científicos han podido terciar en la polémica y ayudado a aclarar un poco la situación, demostrando que el conflicto ecología-desarrollo es en parte ficticia y en parte solucionable, y que en vez de hablarse de ecología vs. desarrollo, debe hablarse de ecología y desarrollo o, más correctamente, de medio ambiente y desarrollo como una dualidad interdependiente. 

Otra polémica que surgió planteaba "incompatibilidad entre capitalismo y protección del medio ambiente, sugiriendo que la ecología (en realidad el ambientalismo) era una ciencia subversiva; una polémica más plantea que el activismo ambiental no es otra cosa que un distractor del activismo político alrededor de reivindicaciones sociales, económicas, etc. ("La peor contaminación es el hambre"). 

Aunque persisten en muchos sectores, las polémicas reseñadas tienden a desaparecer en la medida que se comprende que el ambientalismo (y con él la ecología) ante todo arrojan luces nuevas e integradas para el análisis y proyección de las actividades humanas.

FUENTES Y REFERENCIAS BASICAS

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