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viernes, 22 de julio de 2011

Los embalses tropicales provocan el 1,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero

El metano producido en los embalses tropicales, que sale a la superficie como resultado de la descomposición de la materia vegetal muerta, provoca entre el 1,2% y el 1,6% de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen a nivel mundial.
 
Es una de las conclusiones de un estudio elaborado por el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3).
En declaraciones a Europa Press, el investigador del instituto y autor del informe, Salvador Pueyo, ha puntualizado que esta cifra -18 millones de toneladas de metano- es el resultado de los 186.500 kilómetros cuadrados de agua embalsada en los trópicos, y desmiente por tanto la bondad absoluta de la energía hidroeléctrica para con el medio ambiente. 

Asimismo, ha alertado de los proyectos de construcción de nuevas presas en Brasil -como las de Belo Monte y Babaquara, que sumarían otros 6.500 kilómetros cuadrados-, y que reforzarían por tanto una tendencia subestimada por en un 80% por los técnicos de la empresa estatal brasilera Eletrobrás. 

Pueyo ha explicado que los cálculos se basan en que una tonelada de metano contamina entre 25 y 34 veces más que una tonelada de dióxido de carbono (CO2), en un estudio en el que también ha colaborado el Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas (Inpa). 

La descomposición de la materia orgánica da pie a la generación de CO2, unas emisiones que resultan inocuas en el caso de que éste sea reabsorbido por la producción vegetal, pero en el caso de los embalses situados en climas tropicales las condiciones climáticas dan lugar al origen de metano en vez de CO2. 

Esto se produce en el fondo de los embalses, donde la falta de oxígeno provoca que la materia muerta produzca un metano que acaba saliendo a la superficie por elevación, o bien cuando el agua es expulsada por las compuertas del embalse -y que se nutre precisamente de las aguas del fondo-.

En el caso de los trópicos, las elevadas temperaturas favorecen la producción de masa vegetal, y el escaso desnivel del terreno hace necesario que los embalses tengan una superficie muy extensa para hacer rentable la producción hidroeléctrica, lo que agudiza este fenómeno, a diferencia de los embalses de otras latitudes, ha explicado Pueyo. 

La temperatura mundial ha aumentado desde la época preindustrial en 0,8 grados centígrados a causa de la emisión de gases de efecto invernadero, si bien los expertos prevén que en 2050 esta cifra se sitúe entre los 1,5 y los 3 grados, ha recordado el investigador del IC3, a pesar de que los gobiernos coinciden en la importancia de que no suba por encima de los 2 grados. www.ecoportal.net
Europa Press
www.europapress.es

Bolsas oxi biodegradables. Lo biodegradable puede no ser tan ecológico

La gente y empresarios la confunden o los engañan con bolsas biodegradables o de bioplástico, que sí son fabricadas con materias orgánicas como almidon de máiz, papa, trigo u otros cultivos. Hay que informar que las tales bolsas oxi biodegradables son también fabricadas con polietileno, y contienen metales tóxicos como el cobalto (producto cancerígeno), el plomo y el manganeso.
 
Hace poco escribía y comentaba sobre las bolsas oxiobiodegradables y su impacto ambiental. Escribía …”Cada vez más vemos anuncios publicitarios en supermercados de que ellos utilizan bolsas oxi biodegradables. Lo dicen como si estuvieran haciendo un gran aporte a la ecología, y como una forma de utilizar el mercadeo verde como un “maquillaje verde”. O no saben o los han engañado con los beneficios ambientales de estas bolsas. Aquí vale decir, que al ambiente, al planeta, con estas bolsas le puede salir “mas caro el caldo que los huevos”. 

La gente y empresarios la confunden o los engañan con bolsas biodegradables o de bioplástico, que sí son fabricadas con materias orgánicas como almidon de máiz, papa, trigo u otros cultivos. Hay que informar que las tales bolsas oxi biodegradables son también fabricadas con polietileno, y contienen metales tóxicos como el cobalto (producto cancerígeno), el plomo y el manganeso. Estas bolsas eso sí tardan menos en degradarse, siempre y cuando estén en presencia de aire. Pero como por lo general se tiran a un basurero y se entierran el problema no se resuelve, y más bien eliminan la posibilidad del reciclaje y el compostaje. Esos venenos y contaminantes se dispersan al ambiente cuando se fragmentan o se queman.” 

Pero resulta que también nos están inundando de anuncios y productos “biodegradables”, y nos dicen que es lo último en el “marketing” ecológico. Ojo con esto, pues lo biodegradable puede ser más contaminante aún, según últimas investigaciones (M.Barlaz,Universidad de Carolina del Norte, USA). Me explicaré. 

El principal problema ambiental mundial hoy es el cambio climático acelerado por los gases efecto invernadero, entre ellos el Metano, el más peligroso. Los materiales biodegradables los enviamos a botaderos de basura, y a algunos rellenos (más o menos bien manejados). Aquí se descomponen por la acción de los microorganismos para luego producirse el Metano. Este gas, cuando está almacenado y bajo control no genera daños; liberado es un gas efecto invernadero. 

El gran problema es que en la mayoría de los vertederos o botaderos de basuras no se manejan, controlan ni se aprovechan estos gases (esto incluye por supuesto a nuestros países). Por ejemplo, en Estados Unidos sólo el 35% de los desechos van a vertederos que capturan y aprovechan el metano, como fuente de energía (para electricidad). En el resto de botaderos, el gas se escapa a la atmósfera, incrementando el calentamiento global. 

¿Dónde está el problema?. Los materiales biodegradables se descomponen más rápido. O sea el gas se libera más rápidamente, y si no se tienen equipos para capturarlo va a contaminar la atmosfera. Cuando el plástico se hace completamente biodegradable, el proceso genera gas metano, cuyas moléculas la vuelven 21 veces más dañinas que una bolsa sin descomponerse (B.Ruiz, Experto en desechos peligrosos, UNAM, México). 

Entonces, paradójicamente los investigadores indican que más bien una menor velocidad de biodegradación puede resultar más beneficiosa para el ambiente. Por eso ya hay preocupación por el tema, y se quiere llegar a obligar a que los vertederos (rellenos) tengan equipamiento para capturar el metano. También, se recomienda que los productos biodegradables se depositen en sitios donde se puedan transformar en abono. Asimismo, la recomendación principal, es que reduzcamos la cantidad de residuos y los usemos en reciclaje.
En otros países se está implementando el PLAS TAX, que es un impuesto al plástico, destinado exclusivamente a fomentar la investigación de nuevos materiales que lo sustituyan. 

En fín, el uso de los materiales biodegradables es bueno en el discurso ambiental de empresas y gobiernos. Pero desde el punto de vista científico podemos estar favoreciendo el incremento de la velocidad del incremento del cambio climático, al incorporar mayores cantidades del gas metano. Debemos estar bien informados y adaptar nuestras acciones y legislaciones a las últimas investigaciones en manejo de desechos. www.ecoportal.net

lunes, 18 de julio de 2011

Laguna de Fúquene se ahoga entre las aguas negras y la maleza

Al menos 10 poblaciones y toda la industria láctea de la zona vierten allí sus aguas residuales.

Laguna de Fúquene se ahoga entre las aguas negras

Durante casi dos siglos la laguna de Fúquene sufrió los embates de agricultores y ganaderos que, motivados por programas del Estado y un impuesto de desecación que hace cinco años no se cobra, ampliaron el área productiva hasta reducir el espejo de agua a una cuarta parte. En esa época alcanzaba las 13.000 hectáreas.

Hoy, ese proceso de expansión ya se frenó con un dique perimetral de 23 kilómetros, pero el ecosistema, que apenas llega a 3.155 hectáreas, enfrenta una nueva amenaza: la alta sedimentación, que funciona como abono para las plantas acuáticas -cubren cerca del 80 por ciento del espejo- y expone a la región a nuevas inundaciones. (Vea una galería de fotos del deterioro de la laguna)

En abril pasado la laguna estuvo muy cerca o incluso llegó a sus antiguos límites. Los cálculos de la Corporación Autónoma Regional (CAR) indican que las aguas cubrieron una área mayor que en el 2006, cuando la inundación llegó a 11.000 hectáreas.

José Reinerio Cañón Carrillo, alcalde de Fúquene y quien ha dedicado 39 años al estudio de ese ecosistema, señala que, sin dejar de ser preocupante el impacto de las inundaciones, el principal problema de la cuenca son las "enormes descargas" de tierra, materia orgánica y vertimientos de aguas residuales.

"La destrucción de los páramos, sumada a la alta escorrentía que se presenta en invierno, ha llevado que a la laguna estén cayendo cientos de toneladas de sedimento que han terminado reduciendo su área y capacidad de almacenamiento", explicó.

En la primera mitad del siglo pasado, cuando se aceleró la desecación, se estimaba que la profundidad máxima era de 18 metros y el promedio de 9 metros, según el Alcalde. Pero hoy, de acuerdo con la CAR, el sitio más profundo tiene 6 metros y el promedio varía entre 3 y 4 metros.

El Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial recuerda que por causa del drenaje artificial (construcción de canales), entre 1930 y 1940 el nivel de la laguna bajó 2,5 metros, con lo cual se redujo a la mitad el cuerpo de agua. "A partir de entonces el nivel ha descendido aproximadamente un metro", dice.
Aumento de la población

La preocupación por la laguna llevó en el 2006 a que se formulara un documento Conpes para el Valle de Ubaté y Chiquinquirá. El plan es sumar en el 2019 inversiones por 331.000 millones de pesos, de los cuales se han desembolsado 40.000 millones.

Y aunque como producto de esos compromisos se realizan programas de agricultura de conservación (a través de la agencia alemana GTZ), la sedimentación siguió creciendo, a causa del aumento de la población (en la cuenca viven unas 179.000 personas), del hato ganadero, de las industrias lácteas y de mataderos.

Allí, según la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), pastaban 140 mil animales antes de abril pasado. Además, solo en Ubaté (Cundinamarca) se han establecido 53 industrias lácteas.
A este problema se le ha sumado en los últimos años el aumento, según Cañón, de los cultivos de papa, las minas de carbón y las canteras en los páramos.

Para la CAR, la solución a la sedimentación de la laguna debe contemplar plantas de tratamiento en los municipios (al menos 10 vierten sus aguas) y el dragado de la laguna. De hecho, se han construido plantas en San Miguel de Sema y Saboyá, en Boyacá, y en Lenguazaque y Ubaté, en Cundinamarca, aunque solo esta última funciona.

"La de Ubaté no opera al ciento por ciento porque se construyó para tratar aguas residuales domésticas y no para los vertimientos de las industrias lácteas", dijo un vocero de la CAR.

Precisamente esos vertimientos ricos en nitrógeno y fósforo son los que han terminado en el fondo de la laguna, sirviendo de abono para el buchón, el junco y la elodea, lo que hace difícil poderlos erradicar.


"En 1995 se estimaba que al día se producían 300 toneladas de malezas acuáticas; hoy, pueden ser 1.000 toneladas", dice el alcalde Cañón, quien coincide con la CAR en que a los dos meses de cortadas esas plantas todo nuevamente está cubierto.

En cuanto al dragado, que permite ganarle capacidad a la laguna y extraer el material vegetal, la CAR advierte que este "se debe realizar con cuidado", porque al remover el sedimento se van a activar el nitrógeno y el fósforo, con efecto contrario al deseado.

Acciones del departamento

El secretario del Medio Ambiente de Cundinamarca, Andrés Barreto, señala que el departamento adelanta "un trabajo integral" para recuperar la cuenca. En ese sentido, promueve la construcción de los embalses de San José y Tibitá, con un costo de 102.000 millones de pesos. Estos permitirán contener las crecientes y abastecerán acueductos y riegos.

Además están en ejecución 11.564 millones de pesos en proyectos de agua potable y saneamiento básico municipal; se estudia el aprovechamiento comercial, como abono, de las plantas acuáticas y se adquirieron 1.300 hectáreas en zonas de páramo para crear un corredor de protección.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor Redacción EL TIEMPO

http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/ecologia/contaminacin-en-la-laguna-de-fquene_9922826-4 

El impacto del plástico

bag it (2009)
El impacto ambiental de una bolsa de plástico es tan fuerte que algunos biólogos predicen lo peor en los próximos años.

Dos o tres bolsas en el supermercado pueden contener a su vez algunos embases de soda, unas galletitas cubiertas o una botella de aceite. Si no lo reciclamos, estos contenedores pueden parar en el rio o en el mar creando un daño en el ecosistema.

Los grupos medios ambientalistas estiman que cada año se usan entre 500 mil millones y un billón de bolsas en Estados Unidos.

Los defensores dicen que sirven para recoger basura o excrementos de animales, pero los críticos de las bolsas dicen que ellas agotan los recursos naturales, consumen energía para su elaboración, crean basura, asfixian las especies marinas y aumentan los basureros.

La situación es sencilla, el plástico demora en degradarse o auto desintegrarse, especialmente en el agua, lo que llega a convertirse en alimento para los peces.

La Fundación de Recursos de la Tierra (Earth Resource Foundation) de Costa Mesa, California, está de acuerdo con que se le coloque un impuesto a las bolsas plásticas de los supermercados o simplemente se le coloque un precio por unidad.

“Estamos extrayendo recursos de la tierra y destruyéndola para usar durante 10 minutos una bolsa de plástico”, explicó Stephanie Barger, directora de la organización.

La fundación está proponiendo un impuesto de $ 0.25 de dólar por cada bolsa de plástico en California.
Washington, la capital de Estados Unidos, asumió su cuota de responsabilidad y obliga el cobro de cinco centavos por cada bolsa plástica.

El plástico tarda entre 400 y mil años en degradarse, situación que ha empezado a generar en diversos países medidas para su paulatina eliminación y sustitución por bolsas biodegradables. Algunos países de América Latina están siguiendo las medidas que aplican en algunos países europeos donde una bolsa del super puede costar entre cinco y diez centavos de dólar.

Las medidas preventivas van más allá de cambiar las bolsas plásticas por las de papel biodegradable o comprar la bolsa de tela que usaban las abuelas. Ahora los gobiernos locales en Estados Unidos están ofreciendo clases de reciclaje en las escuelas.

Algunas escuelas preparan a los alumnos en el uso adecuado de los plásticos. Las clases van más allá de simplemente separación de basura y abracan un poco de química, económica y efectos ecológicos de la basura.
FUENTE  | planetacnn.com
http://www.canalazul24.com/?p=4886 

Polémico código forestal en Brasil, ‘un balazo al pulmón del mundo’

brasil-ganaderia-amazonas 
Espera aprobación parlamentaria y podría constituirse en catástrofe ecológica, según ambientalistas.
“Yo ando con la bala en la cabeza”, había advertido en un foro público en Manaos el ambientalista José Claudio Ribeiro un mes antes de ser asesinado junto a María do Espírito Santo, su esposa y compañera de denuncias contra la tala ilegal de árboles en la Amazonia brasileña.

José y María fueron acribillados en el estado de Pará, el 24 de mayo pasado, día en que comenzaba el debate del Código Forestal en la Cámara de Diputados. Unas semanas más tarde, la Cámara aprobó el Código repudiado por los ambientalistas que, como José y María, consideran el texto un balazo al pulmón del mundo.

El Código Forestal propone amnistía a taladores ilegales, permite adjudicar créditos a infractores ambientales, reduce las márgenes a las áreas de protección obligatoria en torno de los ríos y abre la posibilidad de que cada estado defina autónomamente detalles de la conservación ambiental.

Aunque fue aprobado por una abrumadora mayoría en la Cámara (410 contra 63), el Código ahora empieza a hacer su travesía en el Senado. Tras los asesinatos de José, María y de otros tres ambientalistas de la región desde que comenzó el debate, varios sectores de la sociedad se están organizando para evitar que ese marco legal termine por regir los destinos de los bosques y selvas.
La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil anunció una campaña en sus 12.000 parroquias para rechazar el código: “No tenemos derecho a subordinar la agenda ambiental a la agenda económica”, aducen los obispos.
Noris Diniz, del Centro de Alerta de Desastres Naturales, dijo que espera ser llamada al Senado para explicar cómo la reducción de la faja de preservación obligatoria en torno de los ríos puede agravar la vulnerabilidad del país frente a desastres climáticos.

La aprobación del código en la Cámara fue la primera gran derrota legislativa del actual gobierno, pero la presidenta Dilma Rousseff advirtió que vetará el código si este recibe el aval de los senadores.
Los ruralistas (agricultores, ganaderos y madereros) que apoyan el código argumentan que si este no se implementa serán perjudicados los productores que derivan su sustento de áreas que quedarían bajo protección.


‘Catástrofe ecológica’

Intereses macroeconómicos también están en juego: Brasil es el primer exportador de carne vacuna y el segundo productor mundial de soya, y parte de esa riqueza viene de los estados más afectados por el código.
La senadora Katia Abreu, directora de la Confederación Nacional de Agricultura, asegura que la aprobación de esta norma es importante para permitir que 95% de los cultivadores obtenga créditos y mantenga la productividad.

Del lado opuesto, ocho ex ministros del Medioambiente hicieron un frente común para denunciar la catástrofe ecológica que la implementación del código significaría.

Los crímenes de los ambientalistas continúan impunes. El Gobierno envió a la región un refuerzo policial para proteger la vida de varios de los amenazados, pero la ministra de Derechos Humanos, María do Rosario, explicó que es materialmente imposible ofrecer escolta a cada uno de los 150 “marcados para morir”, como se ha denominado a los perseguidos por los que teme la Pastoral Social. “Lo que verdaderamente va a funcionar es que se castigue a los responsables de estos crímenes”, reconoció la ministra.

Y mientras la impunidad continúa, la destrucción de la selva se acelera: según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, entre marzo y abril de este año la deforestación amazónica en Brasil subió a 593 km cuadrados, es decir, se quintuplicó con respecto al mismo período del 2010.
Andrea Domínguez Duque | www.eltiempo.com
http://www.canalazul24.com/?p=4926 

Panamá: Salmón transgénico experimental para consumo humano

Este país fue desde el 2009 hasta algunos meses atrás y con el desconocimiento absoluto de la población, el paraje ideal que encontró la multinacional estadounidense AquaBounty Technologies Inc., para criar hasta la adultez, los huevecillos del salmón transgénico que habían sido producidos en la isla canadiense Prince Edward.

Es decir, que con un desprecio injustificable a los cuestionamientos profundos y sólidos que se le hacen a la manipulación genética de los seres vivos, se nos convirtió en el laboratorio principal para producir a escala comercial, el primer animal transgénico destinado para el consumo humano.

A principios de año el titular del MIDA, revelaba de manera muy escueta a la comunidad nacional y a través de algunos medios de comunicación, que en nuestro país se habían estado realizando ensayos con un tipo de salmón genéticamente modificado, dirigido a la exportación. Más adelante y seguramente para minimizar las posibles preocupaciones de la población panameña sobre este tipo de tecnología, afirmó que desde hace diez años “corn flakes” transgénico llega a nuestras mesas, sin que los consumidores hayan sufrido daño alguno.
Esta aseveración la hacía sin disponer o aportar evidencia estadística y sin considerar que en países como los Estados Unidos, 76 millones de personas sufren anualmente de intoxicaciones alimenticias y 5,000 mueren por esa causa. Confío que este razonamiento del señor ministro, ni por asomo, forme parte de las excusas que invocará la Comisión Nacional de Bioseguridad sobre Organismos Genéticamente Modificados, cuando pretenda justificar el ingreso, comercialización y consumo de seres vivos o sus componentes, resultantes de la mal llamada ingeniería genética.

Sin embargo, el marcado entusiasmo en tecnologías inciertas del ministro y los intereses lucrativos de AquaBounty Technologies Inc., han recibido un ligero traspiés, cuando a finales de junio pasado la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, decidiera frenar la tramitación y aprobación del salmón transgénico conocido por sus creadores, como “AquAdvantage” y por los que ponemos en duda sus virtudes, como “Frankenfish”.
Naturalmente que esta noticia no conseguirá infundirles el desaliento o frustración suficiente que los haga desistir, ni tampoco los empujará a revisar con objetividad y profundidad, los riesgos asociados que una tecnología de ADN mixto como ésta, entraña para la salud humana, para la existencia de la especie natural y para otras formas de vida que habitan los medios acuáticos.
De igual modo, poco les importa que más de catorce estados norteamericanos hayan considerado legislar para el etiquetado obligatorio a los alimentos transgénicos; que el estado de California prepare el etiquetado de “Frankenfish” de llegar a comercializarse; que casi medio millón de comentarios del público llegaron a la FDA (Agencia de Drogas y Alimentos de los EEUU) para exigir su prohibición y que sea Chile, segundo exportador mundial de salmónido, uno de los principales afectados.

La fe ciega en la efectividad y virtuosidad de los genes transplantados en organismos extraños, les impide concederle algún crédito al número creciente de evidencias, que demuestran que sí existen efectos perjudiciales y que la moratoria y el principio precautorio, son las normas mínimas requeridas para proteger a la población y al medioambiente.

A esta apuesta al dogma simplista “un gen, un rasgo”, base principal de las tecnologías del ADN recombinante, se le suma el lucro desmedido, que tiene por norte no el conocimiento científico, sino la recuperación de las inversiones y el incremento de sus ganancias; de allí la tendencia de ocultar informes negativos que revelan efectos nocivos o secundarios, tildar de irrelevantes pruebas independientes que contradicen sus resultados y pagar voceros “científicos” que respaldan sus cuestionados inventos.
Este proceder explica por qué más tarde y hoy día con mucha frecuencia, se retiran drogas y medicamentos del mercado, con una demora extrañamente sospechosa y siempre mucho antes que aparezcan las posibles demandas de los afectados.

Así que la reciente decisión del Congreso estadounidense de suspender la aprobación del salmón transgénico, bien debiese obligar a las autoridades nacionales del sector, a un pronunciamiento al respecto. La sociedad panameña merece explicaciones, y para justificarlas podría empezarse con atender el articulado de la Ley 48 del 2002, que crea la Comisión Nacional de Bioseguridad para los Organismos Genéticamente Modificados. Allí se encuentran establecidas con suficiente claridad, preocupaciones sobre las “implicaciones socioeconómicas y culturales de interés nacional”, “la protección de la salud, de la biodiversidad y el medio ambiente” y se exigen tareas de supervisión en actividades de esta naturaleza. Por tanto, tenemos todo el derecho a conocer si contamos con la capacidad técnica para regular y controlar la introducción de transgénicos en Panamá y evaluar los riesgos potenciales para el patrimonio animal y vegetal, así como para la salud humana.
Nuestro país fue desde el 2009 hasta algunos meses atrás y con el desconocimiento absoluto de la población, el paraje ideal que encontró la multinacional estadounidense AquaBounty Technologies Inc., para criar hasta la adultez, los huevecillos del salmón transgénico que habían sido producidos en la isla canadiense Prince Edward. Es decir, que con un desprecio injustificable a los cuestionamientos profundos y sólidos que se le hacen a la manipulación genética de los seres vivos, se nos convirtió en el laboratorio principal para producir a escala comercial, el primer animal transgénico destinado para el consumo humano.

Asunto éste cuya aprobación sólo ha sido pospuesta -contra su voluntad e interés- por la FDA, la misma agencia estadounidense que en 1994 autorizara para su venta, la hormona recombinante del crecimiento bovino (rBGH) en las vacas, pese a que dos de sus funcionarios ligados directamente con esta aprobación, habían trabajado en el pasado reciente con Monsanto, gigante biotecnológico dueño de Posilac, nombre comercial de esta hormona de crecimiento artificial. Hoy es conocido que el uso de la rBGH está prohibido en todos los países de la Unión Europea, Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda, por sus evidentes perjuicios a las vacas y por su estrecha relación con diferentes formas de cáncer en los seres humanos.
La tecnología transgénica aplicada al mundo de los cultivos alimenticios, desde la primera liberación en 1992 de un cultivo comercial de ese tipo hasta la fecha, no ha podido demostrar sus supuestas virtudes ni sus grandes bondades.

No aumentan como se asegura las cosechas, porque la productividad de una planta no descansa exclusivamente en un gen específico; no producen alimentos más sanos, porque cabe encontrar mayores niveles de residuos de herbicidas y fertilizantes en los vegetales, por ser más expuestos; no mejoran las condiciones de vida de los campesinos, porque los obligan a renunciar a sus variedades criollas, imponiéndoles así las protegidas por patentes, que ahora tendrán que comprar todos los años.
De modo que la transgénesis y sus actuales desarrollos biotecnológicos para el sector agropecuario y alimenticio, corresponden más a una visión mercantilizada del conocimiento científico y de la biología, que a un interés genuino por el mejoramiento de los cultivos y la superación del hambre en el mundo.
Prueba de esto es fácil encontrarla en el denodado empeño que las empresas transnacionales de este sector, ponen en la aprobación y comercialización de las Tecnologías de Restricción del Uso y de Esterilidad Transgénica Reversible, mejor conocidas como tecnología “terminator” y “zombie” respectivamente y que representan una seria amenaza a los más de 1,400 millones de campesinos que dependen para su subsistencia, de las semillas de sus campos.

La forma como las autoridades panameñas se han comportado con los ensayos de campo del salmón transgénico de AquaBounty Technologies Inc. y su interés excesivo por abrir las puertas del agro nacional al ingreso de las semillas transgénicas, nos adelanta la poca utilidad y efectividad que seguro tendrá, la Comisión Nacional de Bioseguridad para Organismos Genéticamente Modificados, así como el Protocolo de Cartagena del cual nuestro país es parte, que se verá seriamente afectado por las exigencias contenidas en el llamado Tratado de Promoción Comercial, que se pactó con los Estados Unidos y que sólo le resta la aprobación del Congreso de esa nación.

A partir de la entrada en vigencia de este acuerdo, la introducción y comercialización de las semillas transgénicas en nuestro territorio, no tendrán ni regulación ni control alguno y mucho menos se podrán establecer, por razones de salud pública o ambientales, mecanismos de rastreabilidad.
Ello supondrá el inicio de un proceso irreversible de contaminación de nuestros cultivos criollos y especies prehispánicas, junto a un daño directo a miles de familias campesinas e indígenas, que hoy son responsables de suministrar los alimentos que consumen más del 50% de los panameños. Además, esa agricultura tradicional que debiese protegerse por ser la base fundamental de nuestra seguridad y soberanía alimentarias, quedará inserta en un modelo agrícola más dependiente del agronegocio transnacional. Todo esto claro está, dentro de ese fundamentalismo entusiasta por la fantasía transgénica, que se exhibe en el discurso oficial.
La agricultura panameña no tiene apremio alguno, para que sus campos se inunden con falsas soluciones transgénicas. Por lo que sí podría empezarse aquí, es por establecer una moratoria indefinida, muy similar a la aprobada recientemente por el Congreso peruano, que prohíbe el ingreso de semillas transgénicas por 10 años o elogiar la valentía de miles de campesinos haitianos, que hace poco más de un año, salieron a las calles para rechazar la donación de miles de toneladas de maíz transgénico.

Nuestra agricultura reclama además, una revisión y mejora integral de sus sistemas agrícolas tradicionales; la protección, conservación y desarrollo de sus variedades criollas; que se evalúe con objetividad los impactos y consecuencias de la siembra de cultivos transgénicos; que se incentive eficazmente a los productores que hagan uso de tecnologías e insumos dirigidos a proteger la biodiversidad agrícola; que se apoyen investigaciones que busquen solucionar los problemas que presenta el agro, desde una perspectiva agroecológica.

Después que AquaBounty Technologies Inc. convirtiera las montañas de Boquete en un experimento transgénico sin precedentes en nuestro país y que el gobierno estadounidense no le aprobara por sus insuficientes estudios y garantías para la salud humana, los panameños tenemos el derecho de exigir a las autoridades nacionales, el respeto de ser informados previamente y, sobre todo, conocer qué otros ensayos biotecnológicos en el campo de la acuicultura prepara o está desarrollando esta transnacional, en territorio panameño. www.ecoportal.net
Pedro Rivera Ramos  | Ingeniero agrónomo y profesor en la Facultad de Ciencias Agropecuarias – Universidad de Panamá
http://www.canalazul24.com/?p=4941

miércoles, 13 de julio de 2011

Colombia va por energía geotérmica

El Banco Interamericano de Desarrollo  apoyara al país colombiano con una donación de 2,7 millones de dólares
Colombia.-Con el apoyo del el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Colombia promoverá las inversiones en fuentes de energía renovable y preparará el terreno para su primer proyecto de energía geotérmica.

Este nuevo proyecto, aprobado por el Directorio Ejecutivo del BID ayudará al gobierno colombiano a forjar un marco normativo que fomente el uso de fuentes de energía renovables mediante incentivos adecuados y la eliminación de obstáculos a las inversiones en proyectos geotérmicos.

El objetivo del proyecto es la difusión de información y conocimientos acerca de energía renovable en Colombia. Personal del Instituto Nacional de Geología y Minería (INGEOMINAS) y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia participan en la evaluación técnica de los potenciales sitios geotérmicos.

Un segundo componente, cuya ejecución estará a cargo de la empresa energética de capital mixto ISAGEN, se concentrará en los estudios técnicos, ambientales y sociales necesarios para evaluar y validar el potencial geotérmico de sitios en el Macizo Volcánico del Ruiz, en la Cordillera Central de Colombia.

Otra parte del proyecto, será ejecutada por la Unidad de Planificación Minero Energética del Ministerio de Minas y Energía, que actualizará la base de datos con información sobre fuentes de energía alternativas en Colombia.

Colombia, que actualmente obtiene hasta 70 por ciento de su electricidad de fuentes hidráulicas, aún no ha explotado su potencial geotérmico, que le permitiría aprovechar el calor del núcleo del planeta. La generación geotérmica es menos contaminante que recursos convencionales como el carbón o el petróleo, aunque sus costos iniciales de desarrollo son elevados.

Con casi tres décadas de experiencia en proyectos geotérmicos, el BID alienta a los países de América Latina y el Caribe a explotar fuentes de energía alternativas con bajos índices de carbono, a fin de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fuente: Redacción Teorema Ambiental

Buscan declarar a la Serranía de San Lucas como nueva área protegida en Colombia

Serranía de San Lucas.
Por: RCN Noticias Cartagena
 
Actualmente son 12 millones de hectáreas las protegidas en el país que equivalen al 12 % de todo el territorio.
Formalizando la iniciativa de crear nuevas áreas protegidas, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, a través de Parques Nacionales Naturales, socializó ante instituciones gubernamentales, la sociedad civil y la comunidad, el proceso de concreción de un polígono mosaico de conservación en la Serranía de San Lucas, como una medida para preservar las riquezas presentes en la zona.

Así lo manifestó, Luz Elvira Angarita, directora Territorial Caribe, de Parques Nacionales, quien destacó que el proceso se viene fraguando desde el mes de diciembre del año 2010, bajo la dirección técnica y profesional de esta entidad, con la ejecución e intervención científica de la Fundación (PROCAT) Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras y financiado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

“La convocatoria tiene como propósito dar a conocer el trabajo que hasta el momento se ha venido realizando y al mismo tiempo socializar las causas de factibilidad de declarar como área protegida a más de 600 mil hectáreas en la Serranía de San Lucas; así como informar que en esta región los ecosistemas presentes han sido categorizados en estado crítico de conservación” agregó, la funcionaria pública.

Hasta el momento la ruta de declaratoria está en la fase de aprestamiento, donde convergen las bases de decisiones técnicas tomadas y la construcción colectiva con los actores de las comunidades relacionadas, la segunda es la fase de declaratoria, donde se elaboran los acuerdos convenidos y el protocolo final de la misma.

Lester Romero Mercado, secretaria Departamental de Minas y Energía, exteriorizó que la en la decisión final deben intervenir la comunidad, las asociaciones de pequeños mineros y agro productores del sur de Bolívar, el Ministerio de Minas, Ministerio de Ambiente, ya que son más de 35 mil los mineros, que ejercen labores en la zona y al tiempo se maneja la presencia de empresas multinacionales que tienen otorgados títulos en esa parte del Departamento.

Parque Nacionales Naturales tiene 56 áreas protegidas de las cuales 11 pertenecen a la región Caribe y están en estudio de factibilidad 6 nuevas zonas entre las cuales se encuentra la Serranía de San Lucas en el Sur de Bolívar.

Texto copiado de www.rcnradio.com - Conozca el original en http://www.rcnradio.com/node/95174#ixzz1S1JO4NpE

La inesperada amenaza de los productos biodegradables

Existe el peligro de que los productos biodegradables estén causando más daños que beneficios en los vertederos, pues liberan un potente gas de efecto invernadero mientras se descomponen. Así lo revela una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos.

Los materiales biodegradables se descomponen en los vertederos por la acción de microorganismos que posteriormente producen metano. Este gas es una valiosa fuente de energía cuando está almacenado y bajo control, pero constituye un potente gas de efecto invernadero cuando se libera a la atmósfera.

En el caso de Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) estima que sólo alrededor del 35 por ciento de los residuos sólidos urbanos va a los vertederos que poseen instalaciones preparadas para capturar y aprovechar el metano, impidiendo así que se libere a la atmósfera y empleándolo al mismo tiempo como fuente de energía. La EPA estima que los vertederos donde se captura el metano pero cuyas instalaciones sólo permiten quemarlo allí mismo, constituyen un 34 por ciento. Por último, en el 31 por ciento restante se deja que el gas escape.

En otras palabras, ateniéndose a esas estimaciones, los productos biodegradables no son necesariamente más respetuosos con el medio ambiente cuando se les arroja a los vertederos, tal como subraya Morton Barlaz, coautor del estudio.

Este problema puede agravarse por la velocidad a la que estos materiales biodegradables artificiales se descomponen. Se estipula que los productos marcados como "biodegradables" deben descomponerse en un plazo razonablemente breve después de ser arrojados a los vertederos. Pero esa degradación tan rápida puede ser en realidad perjudicial para el medio ambiente, si el vertedero no cuenta aún con equipamiento para atrapar el metano.

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Reciclaje de basura para suministro energético. 
(Foto: NASA / Sean Smith)

En países como Estados Unidos, se avanza en leyes que obligan a capturar el metano de los vertederos, pero hasta que eso se convierta en una realidad para todos los vertederos del mundo, pueden aún pasar muchos años.


Si los materiales se descomponen y liberan metano con rapidez, es muy probable que gran parte del gas sea emitida antes de que la tecnología de recolección de metano sea instalada. Esto significa menos combustible potencialmente aprovechable, y más emisiones a la atmósfera de ese gas con efecto invernadero.


Como resultado, los investigadores han llegado a la conclusión de que una menor velocidad de biodegradación puede, paradójicamente, resultar más respetuosa para el medio ambiente, ya que concede un plazo de tiempo mayor para instalar esos equipamientos en los vertederos y, entretanto, el gas liberado a la atmósfera será menos.

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domingo, 10 de julio de 2011

Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés

Tres compañías petroleras se alistan para explorar el ecosistema marino del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en busca de hidrocarburos. Una acción popular interpuesta por Coralina hizo suspender la firma de adjudicación del contrato mientras las autoridades ambientales se pronuncian sobre la viabilidad del proyecto. Las dudas respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación están en debate.
En noviembre del 2010, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) le otorgó a la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y a las compañías Repsol (de España) y YPF (de Argentina), licencia para explorar y explotar dos áreas del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (occidente del mar Caribe), donde se cree puede haber gas: en el banco Quitasueño (cayo 1, con 944 mil hectáreas) y en Providencia (cayo 5, con alrededor de un millón de hectáreas).

Al conocer dichas pretensiones mineras, la Corporación Autónoma Regional de San Andrés y Providencia (Coralina), entidad encargada de velar por el cuidado de estos arrecifes, interpuso en febrero del 2011 una acción popular contra la ANH, amparada en: la protección de los derechos colectivos a un ambiente sano, el equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, conservación, restauración o sustitución.

A través de este medio procesal, que le puso freno a la firma de la adjudicación del contrato, Coralina también alegó el riesgo al que se expone la conservación de especies animales y vegetales, así como la protección de áreas de especial importancia ecológica.

“Aún no se entiende cómo la ANH otorgó a las compañías petroleras los derechos de los cayos sin tener en cuenta en dicha determinación comercial la opinión de la comunidad insular, indispuesta también por el impacto social y cultural que podría tener la explotación en la isla”, asegura la directora de Coralina, Elizabeth Taylor.

En ese sentido, Sally Taylor, politóloga y magíster en Estudios del Caribe, asegura que la construcción de un modelo sostenible con el uso de las bases naturales y humanas no puede sacrificarse bajo la promesa de un futuro económico promisorio, máxime –subraya– “cuando ejemplos fallidos demuestran que las regalías prometidas son más de la Nación, el Estado y las corporaciones multinacionales que de los habitantes de las zonas en donde se realizan las explotaciones, cuyo desenlace son problemáticas sociales, culturales, ambientales y de salud pública que seguramente el Estado y las empresas extranjeras no ayudarán a cubrir”.

Germán Humberto Hernández, jefe de la junta de estudios económicos del Banco de la República, en un informe del 2004, señala que el impacto esperado de las regalías no es tan favorable para las regiones en la medida en que la sensación de “bonanza” es un terreno fértil para la corrupción, la desviación de fondos y la captura de recursos financieros por parte de la clase política y los actores armados ilegales. Sally Taylor asegura que “gran parte de los conflictos sociales generados en algunos lugares de explotación van por cuenta de la disputa por el manejo de los dineros, es decir, esto recae en las empresas multinacionales, en las administraciones locales o en las comunidades”.

En concomitancia, la ANH anunció reuniones con representantes de las comunidades isleñas para explicar las actividades que se pretenden realizar y las medidas para salvaguardar el medioambiente en las zonas de exploración.
Sin embargo, el profesor de la UN Francisco Avella asegura que esta entidad no asistió al encuentro adelantado por la Asamblea Departamental del Archipiélago el pasado 11 de abril. Por lo tanto, no ha aclarado los detalles de la adjudicación (sísmica a utilizar, explosivos, etc.), y si va a haber perforaciones marinas, terrestres o sobre los cayos.

Impacto ambiental
La intensa exploración petrolera de los últimos años ha afectado importantes ecosistemas del planeta, asegura la bióloga marina Adriana Santos, para quien las plataformas de perforación del subsuelo marino ponen en grave peligro los arrecifes de coral, pastos, manglares y ecosistemas, únicos en el caso del archipiélago.

Sally Taylor advierte que los impactos ambientales no son reconocidos en su dimensión, pues se cree que la restricción a la explotación en zonas arrecifales –aprobada por ley– es suficiente para proteger el medio marino: “Basta con mirar el ejemplo del Mar del Norte (situado entre Noruega y Dinamarca), en el cual el uso de cañones comprimidos para las actividades sísmicas ha tenido grandes efectos en el comportamiento de los peces.

“Las consecuencias de esta explosión las observamos en los cayos y bancos de pesca tradicional de la Isla de San Andrés, en donde se han detectado migraciones de langosta y otros peces, relevantes en la base alimentaria del territorio insular”, afirma la politóloga.

Entretanto, la ANH ratificó que para otorgar los contratos de exploración y producción de hidrocarburos durante la Ronda Colombia 2010 (avanzada para exploración de bloques petroleros en el territorio nacional), tuvo en cuenta la experiencia de las compañías y su capacidad para garantizar con estándares de calidad la protección del medioambiente.

Aún así, para la directora de Coralina, “la decisión de adjudicar estas zonas fue precipitada, y no hubo una discusión con las autoridades locales, por lo menos para entender los alcances sobre el área marina protegida”.

Por su parte, Ecopetrol S.A., una de las empresas adjudicatarias, señaló que “acatará lo dispuesto por las autoridades ambientales y judiciales competentes, quienes deben definir el tema, toda vez que son ellas, y no las empresas, las que determinan si es viable o no la realización de un proyecto de exploración y eventual explotación de hidrocarburos en estas zonas”.

El peor escenario
Los impactos que se vislumbran son diversos, y parten de la etapa exploratoria, en la que se tienen que perforar varios pozos para determinar si son productivos o no. “En muchos casos, la probabilidad de hallar el hidrocarburo es baja, y aparece en una de diez excavaciones. De tal manera se interfieren los recursos naturales del fondo marino”, señala Elizabeth Taylor.

Potencialmente, advierte la directora de la entidad ambiental, se genera un peligro latente: “Ante un eventual derrame, las consecuencias serían nefastas, no solo por la destrucción de los arrecifes, sino por la contaminación de las playas blancas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los cayos de San Andrés y Providencia no tienen más de un metro sobre el nivel del mar y están soportados por las franjas arrecifales”.

La fuga de hidrocarburos puede acabar con cientos de años de biosfera, dice Ernesto Mancera, director de la Sede Caribe de la Universidad Nacional de Colombia: “Basta ver lo ocurrido en el Golfo de México en el 2010, cuando 4,4 billones de barriles de crudo fueron expulsados al mar durante 87 días, amenazando la existencia de aproximadamente 400 especies de flora y fauna. Este desastre superó el de Alaska en 1989, cuyo resultado fue la devastación total de la fauna de la región con 11 millones de galones derramados”, enfatiza el experto.

Brigitte Gavio, también investigadora de la sede, señala que “la contaminación por petróleo tiene diferentes niveles: causa sofocamiento de los pólipos, (animales coloniales que forman el arrecife coralino), reduce la posibilidad de vida de las larvas, la producción de gametos (células sexuales) y la fertilidad de las especies. Entretanto, el deterioro del arrecife puede ser a mediano o largo plazo”.

En el archipiélago podría afectarse la diversidad avícola, coral, de reptiles, tortugas, etc. En este lugar hay procesos de reproducción de toda la biodiversidad, es decir, no solamente asociados al crecimiento de peces sino de moluscos, langostas, caracoles, estrellas de mar, erizos y otros animales y organismos marinos.

Incluso, se perdería el recurso pesquero de la población de caracol, langosta, pargo, mero y cherna. Los dos primeros representan más del 90% de exportaciones para el país.

Sigue pelea ambiental
Uno de los temas que más preocupan con la proyección petrolera es la pesca. Adriana Santos ha realizado investigaciones importantes al respecto y por eso sabe que la pesquería depende de estas zonas costeras, de los ecosistemas de manglar, los pastos y los arrecifes. “Ahí es donde están los sitios más productivos y donde ocurren los procesos de reproducción”, puntualiza.

A pesar de que la ANH informó que aplazará la firma de contratos para exploración y explotación en las zonas que habían sido asignadas en el Caribe colombiano, adelantará el proceso de concertación con Coralina para determinar la mejor forma de explotar los recursos.

También realizará, como estaba contemplado en los contratos, las consultas previas y tramitará la obtención de los permisos requeridos para el inicio de cualquier trabajo en las áreas contratadas.

Sin embargo, para la directora de Coralina, si en tres meses no hay acuerdo en el pacto de cumplimiento se procederá con la siguiente etapa que es el periodo probatorio. Después, el Tribunal Contencioso Administrativo de San Andrés valorará las pruebas y fallará.

“El caso está en manos de los jueces, y estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en la defensa del archipiélago. Nos apoyaremos en nuestro sistema legal y judicial, en caso  de que la acción popular no prospere”, declara la funcionaria.

El debate sigue abierto. No obstante, para expertos en el tema ambiental como el investigador Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales de la UN, “tiene que haber una política de Estado que asegure que todas las partes van a ser escuchadas, y los intereses económicos no vayan en detrimento del bienestar
ambiental”.

Publicado el (mes/día/año) 07/10/2011
Fuente: Agencia de Noticias UN-Giovanni Clavijo Figueroa, Unimedios - http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ - Bogotá, Colombia

viernes, 8 de julio de 2011

La “sustentabilidad” de la minería se llama destrucción

Una de las actividades de explotación de recursos naturales que genera más impactos negativos y que, al mismo tiempo, genera más ganancias, es la minería. Tal vez sea por ello que las mayores empresas mundiales del sector compiten entre sí, no solamente por las reservas minerales sino por el grado de perfección con que trabajan el imaginario popular para ser consideradas ejemplos de ‘sustentabilidad’.
 
Muchas empresas mineras actúan en áreas de bosques tropicales. En la propaganda de las empresas ‘sustentables’ puede encontrarse un elemento que impresiona al público: en las áreas donde explotan minerales en el subsuelo y, por lo tanto, precisan destruir el bosque, hay empresas que replantan toda el área, no con eucaliptos, sino con árboles nativos de diversas especies, buscando convencer a la población de que están recuperando la naturaleza en su totalidad, o sea, que no hay impacto negativo de su actividad ‘sustentable’. ¿Es eso lo que sucede realmente? 

En primer lugar, sería muy interesante saber de las propias comunidades vecinas si están de acuerdo en que, al plantar árboles nativos, es posible reproducir el bosque que estaba presente en el lugar donde luego se extrayeron los minerales. Ciertamente, es imposible recuperar la riqueza de la biodiversidad, de los recursos hídricos, de los múltiples valores, incluso espirituales, de aquel bosque, fruto de un proceso que llevó miles de años. Tampoco es posible curar el trauma que las comunidades vecinas vivieron con la destrucción, la contaminación, los empleos peligrosos y mal remunerados y la violación de derechos que caracteriza a la gran mayoría de estos emprendimientos que se instalan en una región de ecosistemas conservados. En este sentido, se están construyendo y fortaleciendo redes de resistencia locales, nacionales e internacionales para oponerse a estos emprendimientos. 

En segundo lugar, los impactos negativos de la minería sobre el medio ambiente y las comunidades locales no se restringen al proceso de extracción, sino que continúan y se profundizan a través de las rutas, hidrovías y ferrovías necesarias para el transporte de los minerales, a través de las grandes usinas donde se procesan los diversos minerales, como las siderurgias y usinas nucleares, y, finalmente, en los productos finales que, a su vez, son fuentes de contaminación que incluso contribuyen al calentamiento global, como automóviles, camiones, aviones, sin hablar de la basura generada a lo largo y al final del proceso. 

En tercer lugar, el sector se caracteriza por una desigualdad social enorme en términos de distribución de riquezas y beneficios. Los países y regiones del África, América Latina y Asia que son los principales productores de minerales, son en su mayoría regiones y países con las poblaciones que más sufren de todo tipo de violaciones, en especial las mujeres. Mientras tanto, el sector es dominado por empresas transnacionales de los países del Norte y los productos finales también retornan a esos lugares, como Estados Unidos, Europa y Japón, cuya población consume en promedio 16 toneladas –¡algunos países hasta 40!- de recursos naturales per cápita, incluidos minerales, mientras que la población de la India, por ejemplo, consume, en promedio, 4 toneladas per cápita. (1) 

En cuarto lugar, es interesante notar que en el debate y en la construcción de alternativas dentro de la llamada ‘economía verde’ de ‘bajo carbono’, varias alternativas ‘verdes’ de alta tecnología dependen de la explotación de minerales lo que afecta profundamente la credibilidad y, obviamente, la sustentabilidad de esas supuestas alternativas. 

Hay prácticamente dos verdaderas alternativas que precisan ser trabajadas con el máximo de urgencia: medidas para reducir drásticamente la explotación de minerales y para reducir el consumo, principalmente en los países industrializados, y la búsqueda del aumento de la eficiencia en el uso de los minerales. Un nuevo informe de la UNEP también apunta en esa dirección. 

Finalmente, replantar árboles nativos es una actividad loable, pero no cuando está vinculada a una deforestación intencional y destructiva. Resulta evidente que es absolutamente necesario y urgente realizar cambios estructurales en el modelo actual de producción y consumo insustentable de los países industrializados y que ha sido copiado por países emergentes como China, Brasil e India. www.ecoportal.net
 
Boletín Nº; 167 del WRM
www.wrm.org.uy
Referencia:

Apostar por la maduración ecológica y económica

Brigitte Baptiste

Colombia ha puesto su confianza en las locomotoras como fuerza de desarrollo, sobrentendiendo que sus poderosas máquinas nos harán, ante todo, crecer. Es decir, aumentar el tamaño de la economía en los términos en que lo registra el PIB, algo hipotéticamente bueno para todos.

Sin entrar en el viejo debate sobre la ineficacia más bien perversa de este indicador, que contabiliza la destrucción ambiental como buena para la economía, existen algunas visiones que se preguntan, como en los años 70 lo hacía el Club de Roma, por los límites del crecimiento.

Los trabajos que miden la huella ecológica, que indican que en este momento la demanda de consumo de bienes y servicios requiere en la actualidad casi dos planetas, vuelven a poner de manifiesto lo que el economista Georgescu Roegen decía acerca del absurdo paradigma de una economía incapaz de reconocer las leyes de la física: la entropía existe, recalcaba, y hoy vemos su efecto letal en el calentamiento global.

Esta semana visita Colombia el director del CASSE: Center for the Advancement of a Steady State Economy, Brian Cezch, invitado por el Instituto Humboldt. El CASSE promueve una aproximación de política macroeconómica que no provilegie el crecimiento del consumo como motor de la cultura, sino un consumo que realmente se refleje en una mejor calidad de vida: “menos cosas, más satisfacción”. Para ello sugiere cuatro derroteros:

1) Mantener la salud de los ecosistemas de los servicios de soporte vital que estos proveen.
2) Extraer los recursos renovables como peces y maderas a una tasa no mayor de su capacidad de regeneración.
3) Consumir recursos no renovables, tales como combustibles fósiles y minerales a una tasa no mayor de su capacidad de reemplazo por el descubrimiento de sustitutos renovables.
4) Verter residuos en el ambiente a una tasa no mayor de la que puede ser asimilada con seguridad.

Plantea como ejemplo la ecología de un bosque, que lleva a este a un punto de madurez donde ya no hay crecimiento, sino un equilibrio dinámico energético que lo mantiene estable. Un precepto epicúreo, indudablemente, que entra en conflicto con el optimismo reinante en nuestro país derivado del casi millón de barriles que estamos explotando ya, junto con los tesoros minerales que están inyectando a la economía, antes de ser extraídos, millones de dólares en inversión extranjera. Por eso suena duro para un país con niveles de pobreza extrema tan marcados y todos los impactos recientes y evidentes de la ola invernal, postular un credo de crecimiento cero: sería precisamente el momento de pensar que “lo lograremos”, no de bajarle el ritmo a las locomotoras…

Lo que está en juego es el tema de la equidad, y la discusión, al menos planteada por una bióloga poco diestra en temas económicos, radicaría en identificar el espacio de crecimiento que países como Colombia aún debería utilizar para equilibrar las cargas globales: el mismo espíritu de la reforma de las regalías; transferir los beneficios del crecimiento local a regiones menos favorecidas, de manera que al final sea suficiente con un país y un planeta para vivir.

En la arena internacional no hay aún mucha disposición a ello, como demuestran las dificultades de implementar los protocolos de Kyoto, pero, ¿estaríamos listos para planificar nuestro propio crecimiento acorde con estas ideas?

Primo del presidente Santos gerente de minera quiere acabar con Marmato


Su compañía está interesada en iniciar un proyecto en Marmato, zona de explotación de oro.

En la entrevista, el gerente corporativo de Medoro, Juan Carlos Santos, (Primo hermano del  Presidente de la República Juan Manuel Santos)  habla del proyecto que tiene su compañía de promover reasentamientos en la zona de Marmato (Caldas), donde se realizan explotaciones de oro.

En la grabación, Santos dice "es un asunto de plata, básicamente es un asunto de plata" y, luego, un locutor reseña que el Gerente Corporativo de la Compañía Medoro es primo del presidente Juan Manuel Santos.
La presentación del documental hace énfasis en el interés pragmático de algunas compañías multinacionales de hacerse, a como de lugar, con importantes zonas mineras de Colombia.

Precisamente, el portal de noticias de Al Yazira incluyó esta semana dos informes sobre el tema y, en uno de estos, indica que la fiebre del oro está aumentando en Suramérica y de forma más letal en Colombia, donde puede ser el combustible del conflicto interno.

Sobre el tema, el gerente corporativo de Medoro, Juan Carlos Santos, le dijo a 'La W radio', la estación radial que destapó esta polémica, que la presentación del documental no fue la más afortunada para él.
Sostuvo que cuando utilizó la expresión "money" (dinero) estaba haciendo referencia a la expresión "budget" (presupuesto) y en el siguiente contexto: el interés de su compañía de propiciar un reasentamiento de la comunidad minera de Marmato.

Santos dijo que en ningún momento se refirió a expresiones como sobornos o compras ilegales, como pudo haberse pensado.

Al parecer, la compañía quiere promover una relocalización de los mineros informales de Marmato para iniciar ellos una explotación a gran escala en la zona.

El Viceministro de Medio Ambiente, Carlos Castaño Uribe, le informó a 'La W radio' que aún no ha recibido una solicitud formal de la compañía canadiense Medoro para iniciar trabajos de explotación del oro en Marmato, lo que podría indicar que ahora están en una fase de exploración o compra de títulos.

"A la autoridad ambiental no le han hecho solicitudes de licencia. Hay una etapa de exploración y compra de predios que se pueden hacer con la comunidad", dijo Castaño.

La polémica por las palabras de Santos ocurre unos días después de que la Defensoría del Pueblo de Colombia reveló que un 44 por ciento de los municipios del país se realiza una explotación ilegal de carbón, oro y otros minerales.

Además, a comienzos de este año, el diario 'The New York Times' reveló un informe de las Naciones Unidas según el cual los ríos de Antioquia son uno de los más contaminados del mundo por cuenta del uso del mercurio para la extracción del oro.

domingo, 3 de julio de 2011

¿Sin la naturaleza cómo va a reproducirse el capitalismo? ¿Crisis terminal del capitalismo?

Vengo sosteniendo que la crisis actual del capitalismo es más que coyuntural y estructural. Es terminal. ¿Ha llegado el final del genio del capitalismo para adaptarse siempre a cualquier circunstancia?. Soy consciente de que pocas personas sostienen esta tesis. Dos razones, sin embargo, me llevan a esta interpretación.
 
La primera es la siguiente: la crisis es terminal porque todos nosotros, pero particularmente el capitalismo, nos hemos saltado los límites de la Tierra. Hemos ocupado, depredando, todo el planeta, deshaciendo su sutil equilibrio y agotando sus bienes y servicios hasta el punto de que no consigue reponer por su cuenta lo que le han secuestrado. Ya a mediados del siglo XIX Karl Marx escribía proféticamente que la tendencia del capital iba en dirección a destruir sus dos fuentes de riqueza y de reproducción: la naturaleza y el trabajo. Es lo que está ocurriendo.
La naturaleza efectivamente se encuentra sometida a un gran estrés, como nunca antes lo estuvo, por lo menos en el último siglo, sin contar las 15 grandes diezmaciones que conoció a lo largo de su historia de más de cuatro mil millones de años. Los fenómenos extremos verificables en todas las regiones y los cambios climáticos, que tienden a un calentamiento global creciente, hablan a favor de la tesis de Marx. ¿Sin naturaleza cómo va a reproducirse el capitalismo? Ha dado con un límite insuperable.
El capitalismo precariza o prescinde del trabajo. Existe gran desarrollo sin trabajo. El aparato productivo informatizado y robotizado produce más y mejor, con casi ningún trabajo. La consecuencia directa es el desempleo estructural.

Millones de personas no van a ingresar nunca jamás en el mundo del trabajo, ni siquiera como ejército de reserva. El trabajo, de depender del capital, ha pasado a prescindir de él. En España el desempleo alcanza al 20% de la población general, y al 40% de los jóvenes. En Portugal al 12% del país, y al 30% entre los jóvenes. Esto significa una grave crisis social, como la que asola en este momento a Grecia. Se sacrifica a toda la sociedad en nombre de una economía, hecha no para atender las demandas humanas sino para pagar la deuda con los bancos y con el sistema financiero. Marx tiene razón: el trabajo explotado ya no es fuente de riqueza. Lo es la máquina.
La segunda razón está ligada a la crisis humanitaria que el capitalismo está generando. Antes estaba limitada a los países periféricos. Hoy es global y ha alcanzado a los países centrales. No se puede resolver la cuestión económica desmontando la sociedad. Las víctimas, entrelazas por nuevas avenidas de comunicación, resisten, se rebelan y amenazan el orden vigente.

Cada vez más personas, especialmente jóvenes, no aceptan la lógica perversa de la economía política capitalista: la dictadura de las finanzas que, vía mercado, somete los Estados a sus intereses, y el rentabilismo de los capitales especulativos que circulan de unas bolsas a otras obteniendo ganancias sin producir absolutamente nada a no ser más dinero para sus rentistas.
Fue el capital mismo el que creó el veneno es el que lo puede matar: al exigir a los trabajadores una formación técnica cada vez mejor para estar a la altura del crecimiento acelerado y de la mayor competitividad, creó involuntariamente personas que piensan. Éstas, lentamente van descubriendo la perversidad del sistema que despelleja a las personas en nombre de una acumulación meramente material, que se muestra sin corazón al exigir más y más eficiencia, hasta el punto de llevar a los trabajadores a un estrés profundo, a la desesperación, y en algunos casos, al suicidio, como ocurre en varios países, y también en Brasil.
Las calles de varios países europeos y árabes, los “indignados” que llenan las plazas de España y de Grecia son expresión de una rebelión contra el sistema político vigente a remolque del mercado y de la lógica del capital.

Los jóvenes españoles gritan: «no es una crisis, es un robo». Los ladrones están afincados en Wall Street, en el FMI y en el Banco Central Europeo, es decir, son los sumos sacerdotes del capital globalizado y explotador.


Al agravarse la crisis crecerán en todo el mundo las multitudes que no aguanten más las consecuencias de la superexplotación de sus vidas y de la vida de la Tierra y se rebelen contra este sistema económico que ahora agoniza, no por envejecimiento, sino por la fuerza del veneno y de las contradicciones que ha creado, castigando a la Madre Tierra y afligiendo la vida de sus hijos e hijas. www.ecoportal.net
 
Leonardo Boff es Teólogo/Filósofo y autor de "Proteger a Terra-cuidar da vida: como evitar o fim do mund", Record 2010.
Agencia Latinoamericana de Información
http://alainet.orghttp://www.ecoportal.net/content/view/full/99353

Una verdad muy, muy incómoda: Capitalismo = Cambio climático

Quizás la ecuación del título resulte excesivamente simplificadora e, incluso, alarmista. Trata de reflejar lo que creo es una verdad muy, muy incómoda: en el contexto actual de desarrollo del cambio climático y del sistema capitalista de organización de la producción, es imposible frenar el primero sin superar el segundo.
 
El cambio climático entrará en una fase de evolución brusca si no evitamos que la temperatura atmosférica global ascienda entre 2.0–5.0 ºC desde el año 1800 hasta finales del siglo XXI (y ya ha subido cerca de 0.7 ºC). La fase de cambio climático brusco sería muy difícil de frenar incluso poniendo todos los esfuerzos antrópicos posibles, pues se habrían activado un gran número de bucles de retroalimentación positiva que se autoalimentarían, inyectando grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEIs) en la atmósfera. Para evitar el cambio climático brusco necesitamos estabilizar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera entre 400–490 ppm, al menos, en los próximos 30 años (actualmente está en cerca de 485 ppm). Esto significa reducir las emisiones globales de GEIs en cerca del 60%. Por lo tanto, queda claro que actuar rápido es vital para frenar el calentamiento global a tiempo. 

Existen suficientes reservas de hidrocarburos para quemarlas provocando el cambio climático brusco. Actualmente hemos entrado o estamos a punto de hacerlo en el pico mundial del petróleo (peak-oil), es decir, hemos consumido la mitad de las reservas mundiales. Queda petróleo barato para unos 30–50 años al ritmo actual de crecimiento del consumo, es decir, suficiente para poder seguir quemándolo hasta hacer que el cambio climático entre en la fase de evolución brusca. A esto hay que sumar la quema de carbón, disponible durante más de 100 años a la tasa de explotación actual, y de gas fósil con yacimientos para más de 50 años.
Los combustibles fósiles son la sangre del sistema de producción capitalista. Cuatro petroleras están entre las 10 mayores empresas del mundo (ExxonMobil, Royal Dutch Shell, Petrochina y Petrobras), y otras empresas estrechamente relacionadas con los combustibles fósiles, como los fabricantes de coches y las eléctricas, están también entre las compañías más poderosas del mundo. Estas “empresas negras” juegan un papel clave en la inercia del sistema a seguir consumiendo combustibles fósiles hasta que deje de ser rentable su explotación, aunque estén diversificando sus inversiones en energías renovables, vehículos eléctricos, etc.
Además de la competencia entre grandes grupos empresariales, la competición entre diferentes bloques capitalistas también impulsa el consumo de combustibles fósiles hasta que dejen de ser fuentes de energía relativamente baratas, competitivas. Así, China y Estados Unidos, con las mayores reservas de carbón mundiales, continuarán quemándolo hasta que les sea más rentable dejarlo bajo tierra, lo cual no parece que vaya a ocurrir a medio plazo; especialmente en China, con requerimientos en materia de legislación ambiental muy bajos y una mano de obra muy barata. 

A todo lo anterior hay que sumar que el cambio climático es negocio, y el negocio alrededor de la adaptación (hacer frente a sus consecuencias) supera con creces al relacionado con la mitigación (disminuir las emisiones de GEIs o secuestrarlos en sumideros). Por lo tanto, para los grandes capitales es más beneficioso que el cambio climático avance, pues genera más negocio que frenarlo; algo especialmente importante en tiempos en los que se intenta salir de una fuerte recesión, cuando cualquier yacimiento de negocio tiende a ser rentabilizado por grandes capitales fortalecidos como consecuencia de la crisis.
En vista de los cinco puntos expuestos aquí muy brevemente, podemos concluir que aunque se podrían reducir las emisiones de GEIs en más de un 60% en los próximos 30 años (controlando la demanda energética, aumentando la eficiencia y apostando masivamente por energías renovables) y frenar así el cambio climático, esto no sucederá bajo el sistema de organización de la producción actual. Esto explicaría los fracasos de las últimas cumbres internacionales de lucha contra el cambio climático en Copenhague y Cancún.
Deben producirse luchas sociales de carácter anticapitalistas muy fuertes para cambiar a tiempo la dinámica actual de consumo rentable de combustibles fósiles y de la explotación de sus desastrosas consecuencias. Luchas que deberán librarnos de la evolución natural del sistema capitalista de favorecerse de sucesivas problemáticas ambientales como inicios de ciclos de inversión. Las protestas contra el cambio climático deben ser masivas y poner en duda el principio de acumulación del capitalismo, de crecimiento continuo y acelerado. 

Desgraciadamente, si no superamos el capitalismo en las próximas décadas, muchos de los seres humanos que pueblan ahora nuestro planeta serán testigos de si la hipótesis expuesta aquí es cierta o, por el contrario, como deseo, me estoy equivocando. www.ecoportal.net
 
Jesús Castillo es militante de En lucha y profesor de Ecología en la Universidad de Sevilla. Acaba de publicar el libro Migraciones ambientales

sábado, 2 de julio de 2011

El río Amazonas: un futuro incierto

El Amazonas tiene la mayor selva del mundo con un gran valor ecológico para todo el planeta, siendo definida como el pulmón de la tierra. Su biomasa es capaz de absorber inmensas cantidades de dióxido de carbono, esto es vital para el clima mundial. La deforestación es uno de los grandes peligros que acecha al Amazonas. La conservación de la selva amazónica se ha convertido en un tema de extrema urgencia en todas las reuniones mundiales sobre la conservación de la Tierra.
 

El Amazonas es el río más caudaloso y largo del mundo, con más de 6.800 km. Su cuenca hidrográfica también es la mayor del planeta. Nace en las faldas del monte Nevado del Mismi, en Arequipa (Perú) a unos 5170 metros de altitud. 

Recorre Perú, Colombia y Brasil. Sin embargo su cuenca abarca nueve países: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Guayana francesa y Surinam. Su cuenca de drenaje es de 7.050.000 km2, que supone casi el 40% de América del Sur. 

El primer europeo, que navegó por el Amazonas, fue Américo Vespucio en el año 1499. Posteriormente Vicente Yánez Pinzón y Diego de Lope exploraron las islas que forman su gran estuario.
El primer descenso del Amazonas desde la cordillera de los Andes fue realizado por Francisco de Orellana en el año 1541. El primer ascenso fue en el año 1638 por parte del portugués Pedro Teixeira, quién siguió la ruta de Orellana y alcanzó Quito a través del río Napo. 

Su volumen de agua dulce es enorme, teniendo un promedio anual de 230.000 m3/s, pero en épocas lluviosas alcanza hasta los 300.000 m3/s. El Amazonas vierte la quinta parte de toda el agua dulce de los ríos del planeta en el océano Atlántico. Es tal el caudal de agua que vierte en el océano que durante cientos de kilómetros mar adentro el agua sigue siendo dulce. La salinidad del océano Atlántico es notablemente inferior en un radio de varios miles de km alrededor de la desembocadura del Amazonas.
La pluviselva amazónica se caracteriza por sus casi constantes lluvias convectivas. El gran caudal de agua que el Sol evapora desde la superficie de la cuenca del Amazonas asciende a gran altitud, precisamente por las corrientes térmicas, hasta que, al llegar a zonas altas de la atmósfera, más frías, se condensa en gotas y éstas casi inmediatamente se transforman, sobre la misma cuenca, en copiosas lluvias, lo cual forma un ciclo natural de retroalimentación hídrica. 

Las lluvias estacionales provocan grandes inundaciones a lo largo de su cauce y la de sus afluentes. La profundidad media en épocas lluviosas es de 40 metros y su anchura media es de 40 km. Está época de lluvias comienza en noviembre y llega hasta junio.
Algunos de sus afluentes se rigen por su propio sistema climático, así en el río Negro, su estación de lluvias no comienza hasta finales de febrero o inicios de marzo. En el río Madeira también su época de lluvias comienza dos meses más tarde que en el río Amazonas.
El sistema fluvial del Amazonas tiene más de mil afluentes importantes, veinticinco de los cuales superan los mil kilómetros de longitud. La red fluvial supone más de 100.000 km de ríos que conforman la cuenca amazónica de la que depende la existencia de la selva. El 50% de las precipitaciones en esta región se producen a causa de este sistema forestal. 

La mayoría de los pobladores de la región amazónica se concentran en la riberas del Amazonas: Iquitos, Leticia, Manaus y Belem do Pará, que al mismo tiempo son puertos y tienen una gran actividad económica. La mayoría de sus pobladores son colonos y sus descendientes de origen blanco, mestizos e indígenas.
Las principales actividades económicas que se dan en la cuenca son; la exportación de caucho y madera en cantidades ingentes, que están provocando una gran deforestación y que si no se termina con ella, tendrá consecuencias medioambientales irreversibles en todo el planeta. 

Se construyó la carretera transamazónica que discurre un poco al sur del río, casi de forma paralela. Tiene un recorrido de más de 5.000 km, y que ha provocado grandes destrozos.
La pesca también es una actividad muy importante. La agricultura exporta fundamentalmente la yuca, el plátano, el maíz y frutas típicas de la región.
El Amazonas tiene la mayor selva del mundo con un gran valor ecológico para todo el planeta, siendo definida como el pulmón de la tierra. Su biomasa es capaz de absorber inmensas cantidades de dióxido de carbono, esto es vital para el clima mundial. La conservación de la selva amazónica se ha convertido en un tema de extrema urgencia en todas las reuniones mundiales sobre la conservación de la Tierra.
Es extraordinaria la biodiversidad de la selva amazónica en cuanto a la fauna. Una quinta parte de las aves del mundo se encuentran en ella, existen más de dos millones de especies de insectos y unas dos mil especies de aves y mamíferos. Nos encontramos desde los insectos más pequeños hasta los grandes mamíferos como el jaguar, el puma… Hay así mismo todo tipo de reptiles, tortugas, caimanes… El mayor mamífero del río Amazonas es el manatí, con apariencia de hipopótamo flotante, que llega a pesar unos 500 kg. Destaca también el delfín rosado amazónico. Posee el mayor pez de agua dulce del mundo el pirarucú, que alcanza los cuatro metros de longitud y los 200 kg. 

En la selva amazónica existen más de 4.000 especies de mariposas, más de 3.000 clases de peces de agua dulce. Bajo su gran frondosidad conviven diferentes hábitats y la mayor diversidad genérica del mundo animal. La riqueza biológica se explica porque durante millones de años el ecosistema amazónico ha permanecido inalterado.
La deforestación es uno de los grandes peligros que acecha al Amazonas. Está amenazado por actividades como la explotación maderera, la construcción de carreteras por la que se sacan todas sus riquezas, los incendios y por la roturación de la selva para la ganadería extensiva y la agricultura de tipo industrial, principalmente para el cultivo de la soja destinada para los biocombustibles.
Desde el año 1992, la selva amazónica ha perdido hasta el año 2004 más de 230.000 km2 por actividades humanas. La deforestación y los incendios en el Amazonas son las principales fuentes de emisiones de CO2 en Brasil. 

El río Amazonas y todo su entorno juegan, un papel muy importante en nuestro sistema climático y en el ciclo del agua, ya que almacena grandes cantidades de carbono, así como una parte muy importante del agua dulce del mundo. De ahí que Estados Unidos intente continuamente su control, ante un futuro de escasez mundial de agua dulce. 

El Amazonas es al mismo tiempo víctima y verdugo, pues contribuye al cambio climático por la deforestación y en consecuencia, sufre también su impacto. Si no se toman medidas YA, nos encontraremos que esta impresionante selva, se vaya convirtiendo en praderas y desiertos sino se toman medidas para detener la deforestación actual.
La tala de árboles tropicales es continua y su finalidad es la exportación (caoba, teca…). Así como otros árboles utilizados en la fabricación de muebles. Este hecho viene acompañada de otras industrias relativas al uso de la madera como materia prima, la industria papelera (aglomerado, cartonaje…), que precisa de una masiva cantidad de árboles para la elaboración de la pasta papelera y que provoca una gran contaminación atmosférica y un excesivo consumo de agua. 

Los ganaderos exigen cada vez mayor cantidad de terrenos para apacentar su ganado. Las tierras para el pasto se degradan rápidamente dado el bajo nivel de gradientes que naturalmente posee el suelo amazónico y la sobreexplotación ganadera que se produce en ellos. 

Se calcula que sólo el 10% del suelo amazónico es apto para la agricultura. Su bajo nivel de gradientes está en la causa de que la tierra se extinga después de tres o cuatro cosechas consecutivas, así como la carencia de prácticas de cultivo sostenible. El cultivo que se plantea es la producción industrial a gran escala de la soja que después se utiliza para la producción de los biocombustibles. 

La zona del Amazonas vive una situación límite, debido a dos circunstancias, por un lado, la sequía que sufre la Amazonía que pone en riesgo la vida de la fauna y flora y de los doscientos mil habitantes que viven de sus recursos naturales. Por otro lado, la deforestación continuada a lo largo de los años. Sirva como ejemplo que en el año 2004 fueron quemadas unos 26.000 km2 de selva amazónica.

Como consecuencia de este proceso de deforestación se está provocando un cambio climático y hace que las lluvias sean cada vez más escasas, provocando largas sequías. En el año 2004, sólo llovió el 40% de la media anual. El descenso del caudal del Amazonas es una media de dos metros. 


Muchos afluentes del Amazonas han descendido su caudal de forma alarmante, provocando la muerte de millones de peces, paisajes desérticos y pastos que se han empezado a pudrir, provocando la contaminación de las aguas.
 
El Amazonas y las presas
 
Como era de esperar, un río como el Amazonas, debía abrir el apetito de las grandes constructoras y de las multinacionales de la energía eléctrica.
Dentro del Programa de Aceleración del Crecimiento propuesto por el gobierno de Lula Da Silva, ha previsto la construcción de una serie de enormes embalses, con lo que pretende estimular el crecimiento económico del país, mediante la construcción de carreteras y de presas en la Amazonía brasileña. Se prevé la construcción de 60 presas a lo largo de toda la cuenca del Amazonas.
El tamaño de estos embalses, amenaza con dañar y destruir amplias extensiones de la selva. Provocando un gran coste social a los pueblos indígenas. 


Los proyectos hidroeléctricos son los responsables de inundar grandes extensiones de selva. La descomposición de la madera de la selva, hace aumentar los gases invernadero de la atmósfera. Esta inundación de las presas produce fuertes procesos de migración en el hombre y la fauna, provocando una gran deforestación. 

Los peces que están adaptados a la zona deben ahora readaptarse a las nuevas condiciones acuáticas o perecer. Las presas interrumpen las migraciones de especies que se trasladan río arriba o abajo.
En el río Madeira, uno de los principales afluentes del Amazonas, se están construyendo dos grandes presas: Jirau y San Antonio. Estas están situadas en la región occidental del Amazonas y tiene un coste de 15.000 millones de dólares. Sus obras comenzaron en 2008 y se prevé que la presa de San Antonio comience a funcionar en 2011 y la de Jirau en 2012. Entre las multinacionales europeas que participan esta la francesa GDF Suez y el Banco de Santander. 

Estos proyectos, tienen por finalidad represar los principales afluentes del Amazonas, para obtener un gran beneficio privado. Este hecho causa cambios dramáticos en la ecología de los ríos, afectando a miles de personas. Cada presa tiene una capacidad productiva de energía de 6.540 MW. 

Un factor importante en el río Madeira, es que, lleva una carga extremadamente importante de sedimentos, transportando millones de toneladas de barro, cañas, arena que proviene de las laderas de los Andes. Los estudios confirman que la presa de Jirau se llenara de sedimentos y que provocará que se desborde hacia la selva boliviana. Al retener estos sedimentos, tras los muros de ambas presas, hará que el río Madeira corriente abajo carezca de los nutrientes que hoy fertilizan las tierras agrícolas que contribuyen a la gran biodiversidad de la zona. Al mismo tiempo, toda esta acumulación de ricos sedimentos, lo que provoca es la putrefacción de las aguas retenidas en la presa. 

El gobierno brasileño está intentando construir la presa de Belo Monte, con una capacidad generadora de electricidad de 11.182 MW. Esta, sería la primera de una serie de presas diseñadas en el río Xingu.
También se prevé la construcción de la presa de Sao Luís, en el río Tapajo, con una capacidad de 9.000 MW. Al mismo tiempo, se está diseñando la utilización hidroeléctrica de los afluentes del Amazonas, Araguaia y Trombetas. 

Otro factor que tiene un gran coste es la contaminación cada vez más importante que sufre el Amazonas. El envenenamiento por derrames, la contaminación debido a los procesos industriales mineros y de papeleras y las aguas residuales sin tratar, producen una gran contaminación que empieza a afectar a la biodiversidad y al ser humano. 

En la década de 1980 se desató la fiebre por el oro en Brasil, con su descubrimiento en Sierra Pelada, que atrajeron a 250.000 mineros. Las prácticas de la industria minera requieren liberar toneladas de mercurio al medio ambiente, causando un daño irreparable a los ríos Amazonas y a su biodiversidad.

Como vemos, el Amazonas es imprescindible para la vida del ser humano en nuestro planeta y debemos luchar para que se acabe de una vez para siempre con la deforestación, las presas y las practicas mineras, volviendo a regenerar y dar esplendor a la cuenca amazónica para que vuelva a hacer la función esencial del mantenimiento del planeta. 

Paremos el desastre del Amazonas. www.ecoportal.net
Edmundo Fayanás Escuer - Junio 2011 - nuevatribuna.es