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lunes, 30 de mayo de 2011

Biodiversidad en Colombia

De acuerdo con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el término biodiversidad “…se entiende la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas”, y por ecosistema se entiende “…un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional.”
Aunque no existen inventarios biológicos detallados y completos para todo el país, sí se conoce que a nivel de especies, Colombia es considerada como la cuarta nación en biodiversidad mundial siendo por grupo taxonómico, el segundo en biodiversidad a nivel de plantas, primera en anfibios y aves, tercera en reptiles y quinto en mamíferos (Tabla 1).

Tabla 1: Número de especies por grupo taxonómico para los cinco países más biodiversos del mundo. Fuente: Profepa ( 2002). Dé clic en la imagen para agrandar.

Un total de 3.357 especies de peces (Maldonado y Usma 2006), anfibios, reptiles, aves y mamíferos y cerca de 41.000 especies de plantas han sido registradas para Colombia. Esta biodiversidad varía de acuerdo con las regiones naturales del país, siendo la andina la que presenta mayor diversidad en grupos como anfibios, reptiles, aves, mamíferos y plantas, con un total de 13.505 spp., (29,4%), seguida de la Amazonia, 7.215 spp. (15,7%), Pacífica, 5.927 spp. (12,9%), Caribe, 4.440 spp. (9,7%) y Orinoquia 4.216 spp. (9.2%). Para peces la región Amazónica presenta la mayor diversidad con un 49,7% de especies seguida de la Orinoquia con 45,6%, Andina (45,6%), Pacífica (12,1%) y caribe (8,03%). En aves la región andina tiene una diversidad de 52.2% seguida de la región Caribe (50.9%), Amazónica (46,5%), Pacífica (44,5%) y Orinoquia (34,5%) (Mapa 1).

Mapa 1: Registros de colección de especies de aves en Colombia por regiones naturales. Dé clic en la imagen para agrandar.

En el caso de anfibios, la región andina tiene 53% de diversidad, seguida del Pacífico (27,3%), Amazónico (19,6%), Orinoquia (5,7%) y Caribe (3.9%). En reptiles, el 52.9% está en los Andes, seguida de región Pacífica (40%), Amazónica (28%), Orinoquia (23%) y Caribe (19%). En el caso de mamíferos con 37.6% se encuentra la región Andina seguida del Pacífico (35.5%), Orinoquia (21,4%), Caribe (21,2%) y Amazónica (18%). Por último, en plantas, después de la región andina, el segundo lugar lo tiene la región Amazónica (13%), seguida del Pacífico (11%), Caribe (7.7%) y Orinoquia (6.6%) (Tabla 2).

Tabla 2: Número de especies por grupo taxonómico en las diferentes regiones naturales de Colombia. Fuente: www.siac.net.co/sib/biocifras/BioWebModule/InicioBioCifras.jsp
*Maldonado-Ocampo J.A. y Usma, J.S. 2006. Dé clic en la imagen para agrandar.

En cuanto al total de número de especies restringidas o endémicas, aunque no se tiene un estimativo total para el país, se considera que 32 especies de mamíferos, cerca de 400 de anfibios, 66 aves y una tercera parte de especies de plantas, son endémicas. Las cifras de especies amenazadas, y de acuerdo con los libros rojos publicados en Colombia, corresponden a un total de 319 especies de vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) con algún grado de amenaza de las cuales 49 se encuentran en peligro crítico (CR), 97 en peligro (EN), 117 vulnerables (VU) y 56 en casi amenazado (NT) de los cuales 42 son peces (3,1%), 55 anfibios (7,7%), 29 reptiles (5,5%), 151 aves (8,1%) y 42 mamíferos (9%) (Calderón et al. 2002, Linares y Uribe 2002, Castaño 2002, Mojica et al. 2002, Rengifo et al. 2002, Rueda – Almonacid et al. 2004, Calderón et al. 2005, Rueda et al. 2006, Betancourt 2006 Cárdenas et al. 2007 (Tabla 3). 

Tabla 3: Número de especies en diferentes categorías de amenaza por grupo taxonómico para Colombia. Fuente: Libros rojos de Colombia. Fuente: Calderón et al. 2002, Linares y Uribe 2002, Castaño 2002, Mojica et al. 2002, Rengifo et al. 2002, Rueda – Almonacid et al. 2004, Calderón et al. 2005, Rueda et al. 2006, www.humboldt.org.co . Dé clic en la imagen para agrandar.

Para estos cinco grupos taxonómicos, un total del 6.5% de las especies presentes en Colombia están amenazadas (Tabla 3). Para el caso de plantas, en la actualidad se tienen cuatro libros rojos publicados (Calderón et al. 2004, Calderón et al. 2005, García y Galeano 2006, García y Galeano 2007) y una lista preliminar de 49 familias de plantas en la cual se relacionan un total de 1.754 especies evaluadas, de las cuales cinco se encuentran extintas: Caliphruria tenera (Amarilidaceae), Otopappus calarcanus, Pentacalia cuatrecasana, P. ullucosana (Asteraceae) y Centropogon ignoti-pictoris (Campanulaceae), cuatro se encuentran extintas o en peligro crítico: Eucharis lehmannii (Amarilidaceae), Dicliptera confirmis, D. trianae, y Justicia novogranatensis (Acanthaceae); 128 críticas, 236 en peligro, 347 vulnerables. 15 en peligro crítico/en peligro, 99 en peligro/vulnerables y 67 entre vulnerables/casi amenazados. Un total de 853 de las especies evaluadas se encuentran casi amenazadas, en preocupación menor o faltan datos para su análisis ((Calderón et al. 2002, Linares y Uribe, 2002, Calderón et al. 2005, Betancourt, 2006 Cárdenas et al. 2007, www.humboldt.org.co). El número de especies por familia es presentado en la tabla 4.

Tabla 4: Número de especies de plantas en diferentes categorías de amenaza para Colombia. Fuente: www.humboldt.org.co . Dé clic en la imagen para agrandar.

En la figura 1 se muestra el porcentaje de especies categorizadas, mostrando que el 7,3% del total se encuentra en peligro crítico, un 0,9% entre peligro crítico/en peligro, el 13,5% en peligro, 5,6% entre categorías en peligro/vulnerable; un 19,5% en categoría de vulnerable, un 3,8% en categoría vulnerable/casi amenazado y el 48,5% son especies casi amenazadas, de preocupación menor o con falta de información para su catalogación.

Figura 1: Porcentaje de especies amenazadas evaluadas para 48 familias de plantas en Colombia. Fuente: www.humboldt.org.co . Dé clic en la imagen para agrandar.

En lo que respecta a especies invasoras, actualmente el IAvH se encuentra elaborando el listado de las mismas en todo Colombia y se tiene un estimativo de 117 especies invasoras de las cuales 20 son peces, 2 anfibios, 7 invertebrados, 9 aves, 9 mamíferos y 70 plantas. Hoy en dia, se han declarado algunas especies de plantas como el canutillo (Melinis minutiflora); retamo espinoso (Ulex europaeus); retamo liso (Teline monspessulana); susanita de ojos negros (Thunbergia alata); acácia negra (Acacia melanoxylon), acacia pálida (Leucaena leucocephala), dormidera (Mimosa pigra); urapán (Flaxinus chinensis); pinus (Pinus spp.), eucaliptos (Eucaplyptus spp.), sábila (Aloe vera); pasto elefante (Pennisetum purpureum); frambuesa (Rubus idaeus); pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum); helecho marranero (Pteridium aquilinum); buchón (Eichhornia crassipes); algunos invertebrados marinos como Electroma sp., y Mytilopsis sallei (mejillón de estuario); moluscos como el caracol de jardín (Helix aspersa) y el caracol gigante africano (Acathina fulica); artrópodos como la hormiga loca (Paratrechina fulva); anfibios como la rana toro (Rana catesbeiana), peces como la trucha común (Salmo trutta); la trucha arco iris (Onchorhynchus mykiss), la tilapia nilótica (Oreochromis niloticus); el Gymnocorymbus ternetzi, la zebra (Brachydanio rerio), el barbu rojo (Barbus conchonius), el barbu oro (Barbus gelius), la bailarina telescopio (Carassius auratus), la carpa común (Cyprinus carpio), el bagre (Psedoplatystoma coruscans), la bandera (Poecilia reticulata), la trucha parda (Onchorynchus salar), la albina (Oreochromis mossambicus), el pez luchador (Betta splendens) y aves como el gorrión doméstico (Passer domesticus), la monjita tricolor (Lonchura malaca) y la alondra (Padda oryzivora), entre otros (Gutiérrez 2006, www.humboldt.org.co). 

Textos extraídos y adaptados de:
Convenio sobre la Diversidad Biológica. 1992. URL: http://www.cbd.int/doc/legal/cbd-es.pdf
Romero M., Cabrera E. Ortiz N. 2008. Informe sobre el estado de la biodiversidad en Colombia 2006-2007. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá D. C., Colombia. 181 p. URL: http://www.humboldt.org.co/download/INSEB_2006-2007.pdf

Agua o Minería: un debate nacional

el siguiente enlace los llevara a la pagina de CENSAT AGUA VIVA
 http://censat.org/publicaciones?task=view&catid=10043&id=53
en donde podran descargar un libro sobre mineria en Colombia.
"La historia de la minería en Colombia puede rastrearse desde tiempos coloniales, cuando el país llegó a exportar una cuarta parte del oro en circulación en el mundo1. A pesar del llamado boom minero del que tanto se ha hablado durante el último año y de la importancia que se le quiere atribuir a esta actividad como la supuesta salvación económica del país, la minería no es una novedad en Colombia, actualmente el primer exportador de carbón en el continente y con una importante participación en la extracción de materiales como níquel y ferroníquel. Sin embargo, se puede afirmar sin temor a equivocarse, que vivimos la exacerbación de una actividad extractiva que ha demostrado su inviabilidad en diferentes partes del planeta, incluido nuestro país, por los conflictos ambientales y sociales que genera su aplicación..."





martes, 24 de mayo de 2011

El mundo según Monsanto.

La empresa, que está detrás del gran monopolio de semillas en el mundo es Monsanto. La periodista francesa Marie Monique Robin escribió el libro “El mundo según Monsanto” en el que explica cómo funciona esta empresa que quiere controlar la totalidad de los alimentos que consumimos.

El 'Avatar' colombiano


El chorro es tan importante para los indÍgenas que no aceptan allÍ la presencia humana
El chorro es tan importante para los indÍgenas que no aceptan allÍ la presencia humana                                                                                     
 
En el corazón del Amazonas colombiano se está dando un conflicto a imagen y semejanza de la exitosa película: comunidades indígenas ancestrales se enfrentan a una minera empresa canadiense que busca oro en su territorio sagrado. Cristina Castro, de SEMANA, estuvo en el epicentro de la polémica.
Sábado 21 Mayo 2011

Leonardo Rodríguez Makuna está convencido de que el día en que los mineros pisen el chorro de La Libertad será el fin de su etnia. Para ellos, esa caída de agua es la fuente de la vida. Es un territorio intocable. A este líder indígena del Vaupés no le cabe duda de que con los extranjeros llegará la cerveza, la deforestación, el dinero fácil, la muerte de la cultura. "Todos los indígenas que se metieron con el oro hoy están extintos. El oro es el reflejo de la luz en la tierra, es tan sagrado que es mejor dejarlo quieto", advierte sentado en una casa a orillas del río Apaporis, mientras cuadra en qué canoa podrá llegar al debate en que 300 indígenas de la región discutirán este dilema. "Igual, como están las cosas ahora, ya comenzamos a morir". A lo que Leonardo se refiere con "ahora" es al conflicto que desde hace tres años tiene enfrentados a 1.200 indígenas ancestrales, al sistema estatal de protección del medio ambiente y a Cosigo, una empresa minera canadiense que quiere asentarse en la región de ese lugar sagrado que hoy es parque natural. Esta batalla, que juega su último round en la Corte Constitucional pero que está sucediendo en un punto perdido en la mitad de la selva, en los límites del departamento del Amazonas con el Vaupés, significa todo para 19 comunidades indígenas dueñas de ese territorio, según registros arqueológicos, desde hace casi diez mil años.
Por eso la reunión del domingo 19 de mayo en Bocas de Taraira había generado expectativa. Era una cumbre sin precedentes. A esta iban a llegar no solo cientos de indígenas, sino los dirigentes de Cosigo y un grupo de representantes aborígenes de Canadá, Brasil y Estados Unidos, invitados por la empresa minera. Más de setenta soldados del batallón de selva de La Pedrera, un pequeño corregimiento cercano, tenían custodiada la zona. En la mesa de plástico en la que al aire libre se registran los pasajeros que aterrizan en un potrero cercano estaban los militares y un funcionario del DAS vestido de negro, recibiendo a los extranjeros en medio de ese calor húmedo y tropical de la selva. Casi todo el caserío fue a ver el avión aterrizar. Leonardo, un líder indígena makuna, llegó también a La Pedrera para embarcarse con destino al evento, a tres horas por río de allí.

El origen de todo
Los chamanes de las 12 etnias cuentan que la humanidad se creó en el Apaporis, un río de aguas oscuras que atraviesa parte de la Amazonia. Y en particular, ese nacimiento se dio en Yuisi, un chorro de aguas en medio de una serranía, en donde se originó la vida. De ese complejo de agua y montañas, también conocido como La Libertad, depende el equilibrio de la selva. Solo los mayores pueden contemplar sus aguas y las mujeres tienen prohibido siquiera mirarlo. Se dice que cada vez que un chamán hace una curación se conecta con el pensamiento a esa cascada. Todos los años en marzo, las comunidades celebran el ritual del Yuruparí, en el que los niños reciben la conexión espiritual con Yuisi, que les da el paso a su vida adulta.

Ese sitio es tan importante para ellos que nunca han permitido allí ninguna actividad humana. La comunidad que hoy está en Bocas del Taraira, que llegó hace décadas de otra región del Vaupés, intentó asentarse en esa zona y tuvo que ser reubicada varios kilómetros abajo. Por las mismas razones, en 1995 un juez prohibió que allí se estableciera una inspección de Policía. Los indígenas no habían dejado tampoco que tres décadas atrás el Inderena convirtiera la zona, rica en biodiversidad, en un parque natural, la figura más importante que tiene el Estado para proteger ciertos ecosistemas y evitar que los territorios sean utilizados para cualquier actividad comercial, como la minería.

La historia se reversó hace cuatro años, cuando los indígenas agrupados en la organización Aciya, una entidad pública de carácter especial, pidieron que se constituyera finalmente un parque porque ellos ya no tenían cómo detener el auge de la minería que se veía venir.

Esa solicitud se hizo realidad el 27 de octubre de 2009, cuando se creó el Parque NacionalYaigoje Apaporis, un vasto territorio de un millón de hectáreas de conservación. Dos días después, Ingeominas le otorgó un título de exploración minera a la empresa Cosigo sobre estas tierras, justo en la zona donde se encuentra Yuisi. A pesar de que no se pueden dar títulos mineros en parques naturales, hasta hoy, Ingeominas no solo mantiene vigente este, sino también otros 36 más. Algo parecido a la polémica por la entrega de títulos para explotar oro en páramos.

Como si fuera poco, los indígenas del Apaporis están divididos. Cinco de las comunidades hicieron una disidencia, pero no por la explotación del oro, sino porque no están de acuerdo con que ese territorio sea un parque natural, y por eso un colono que lidera esta facción interpuso una tutela para tumbar la declaratoria del parque. El argumento es que no se cumplieron a cabalidad las normas de consulta previa, que obligan a discutir con las comunidades indígenas las decisiones que las afectan. La tutela está hoy en la Corte Constitucional.

La torre de Babel

Cerca de 300 indígenas están reunidos en la maloka de la comunidad de Bocas de Taraira. Muchos llegaron después de varios días de viaje en canoa, con sus niños y sus corotos a bordo. La escena es la representación 'moderna' de lo que debió ser la torre de Babel. Habla un capitán indígena en lengua makuna y tanimuka, un hombre traduce al español y luego Andy Rendle, el vicepresidente de Operación para América Latina de Cosigo, traduce al inglés para los invitados extranjeros. Las presentaciones se tardan casi dos horas. Nadie interrumpe. A pesar de toda la logística, uno que otro indígena que habla una de las otras lenguas se queda sin entender.

Fernando Tanimuka, uno de los anfitriones, brinda el baile tradicional del guarumo, un acto de agradecimiento a la naturaleza por dejarlos compartir sus frutos. Su gente da vueltas en círculo a la maloka, golpeando el piso de tierra con un guarumo, tronco grueso tomado de un árbol que lleva ese nombre, con el que también se bautizó la danza.
Empieza su discurso, orgulloso: "Les doy la bienvenida a todos y en especial a esos señores que vienen desde lejísimos. Mi abuelo y mis antepasados no tenían estos aparatos -dice sosteniendo el micrófono-. Pero esta es la vida que tenemos".

La reunión transcurre al día siguiente en medio de las presentaciones de los indígenas canadienses que vienen de las comunidades tahltan y duncan. Los indígenas de la zona solo preguntan dos cosas: si es cierto que van a explotar el bosque y si es posible que los canadienses los ayuden económicamente. Mientras tanto, muchos niños juegan con las botellas vacías de Coca-Cola que ha repartido la empresa. Otros indígenas se recuestan sobre las hamacas, desde donde cuelga la ropa que trajeron para la cumbre. "Cuando era estudiante, también era ambientalista. Ahora que conozco los dos lados, sé que ese ambientalismo ciego hace mucho daño", les dice Rendle al iniciar la jornada. Los indígenas de esas cinco comunidades no ven con malos ojos a Cosigo, aunque casi ninguno sabe que su zona de trabajo será Yuisi, su sitio sagrado. La empresa financió parte de la cumbre, les ayudó para la gasolina -que allá cuesta 13.000 pesos el galón- y aportó los víveres para la jornada. Han hecho presencia. Hace algunos meses hicieron una jornada médica para atender a las comunidades del río Apaporis y, en una Navidad, invitaron a 54 niños indígenas a conocer Maloka, el centro de ciencia y tecnología de Bogotá. Por primera vez salieron de la selva, montaron en avión, durmieron en una construcción de ladrillo. Por eso, Tanimuka los defiende. "Ellos trajeron un motor, medicamentos, ayudas. En cambio Parques Naturales no ha llegado nunca con nada", se queja el capitán indígena.

En la cumbre, que tenía como nombre 'Minería, un sueño posible para los indígenas', solo estaban las cinco comunidades disidentes.

El cinturón de oro

Los habitantes del Vaupés son sobrevivientes de varias de las fiebres que ha tenido Colombia. En la del oro llevan casi tres décadas. Cosigo describe esta zona en su página web como "el cinturón de oro de Taraira", una región aún no explorada, en donde este metal precioso se puede ver desde la superficie. Por el debate que hay alrededor del parque, la minera canadiense aún no ha realizado trabajos de exploración en la serranía, pero considera que tiene "excelente potencial para albergar multimillonarios depósitos de onzas de oro". "Hemos vivido de bonanzas", dice Rafael Porras, fundador de la Asociación de Campesinos e Indígenas de La Pedrera. Este hombre curtido en la selva, que ha trasegado por ella más de medio siglo, cuenta que antes de que llegara el oro quienes mandaban eran los patronos de las caucherías. Con ellos comenzó a trabajar en La Pedrera. Luego se rebuscó la vida cazando nutrias, tigrillos y lobos para vender sus pieles. Desde hace más de una década trabaja en el colegio del corregimiento. "Todos los pecados que aquí hemos cometido ha sido por inocentes", reconoce. El descubrimiento del oro en Taraira en los años ochenta fue la razón por la cual se creó ese municipio. La población pasó de 300 a 10.000 habitantes. Porras relata que desde ese entonces los aldeanos creían que la mayor cantidad de ese metal estaba en el cerro de La Libertad, el sitio sagrado de las comunidades makuna, yakuna, matapí, tatuyo, tuyuca, bora miraña, entre otras, que hoy quiere Cosigo. Recuerda que un grupo logró hacer una perforación de 12 metros de la que salió una pepa gigante que pesaba casi un kilo, pero que luego no se supo nada más. "Es muy peligroso trabajar allá. Muchos intentaron y no regresaron", afirma.

También es sagrado
La historia que se vive hoy en La Libertad tendría todos los elementos para una película de James Cameron. Sin embargo, ese debate en últimas también representa el dilema que tiene Colombia frente al auge de la minería y la protección de ecosistemas estratégicos como la Amazonia. Y en especial, el país aún no ha respondido qué papel van a desempeñar los pueblos indígenas, que tienen una visión del mundo completamente diferente a la de los blancos, que hoy los tienen divididos. En lo que hay consenso, por diferentes razones, es en que esa selva en su conjunto es "sagrada". En la pasada Asamblea de las Naciones Unidas, el presidente Santos la incluyó en su discurso. "No más en la Amazonia se concentra el 20 por ciento de la oferta mundial de agua dulce y el 50 por ciento de la biodiversidad del planeta", dijo ante el pleno de los mandatarios del mundo. .

Colombia tiene razones para exponer el tema en esos escenarios. El país ha logrado conservarla, pues cerca del 80 por ciento de la Amazonia está bajo alguna figura de protección, sean resguardos indígenas o parques naturales. "Decidimos apostarle a la conservación. Así existan minerales debajo de la tierra, no vamos sacarlos", dice Olbar Andrade, gobernador del Amazonas. El mandatario reconoce que la minería es hoy una "gran amenaza" para su región, sin embargo, asegura que el olvido en el que el país ha tenido la zona es casi igual de grave.

Andy Rendle, de Cosigo, dice que le parece "un poco insólito" que se esté dando esta discusión por una "pulguita" de territorio, que explotada con tecnologías de bajo impacto ambiental daría regalías para financiar casi toda la región. Para la directora de Parques Naturales, Julia Miranda, si la Corte llegara a darle el visto bueno a la derogatoria del parque, "sería un precedente muy grave". La funcionaria asegura que este caso abriría la puerta para que el interés minero se ponga por encima del bien general. El Apaporis es apenas un ejemplo del sacudón que va a producirse una vez las compañías que ya tienen títulos mineros sobre otros parques empiecen a moverse como Cosigo. Eso sin contar las más de 400 solicitudes que hay en trámite.

En el Apaporis, en esa selva profunda, la mayoría de los habitantes esperan la decisión de una Corte de Bogotá que podría cambiarles radicalmente la vida. Como dice Leonardo, el líder makuna, "sea parque, sea resguardo, sea lo que sea, este territorio es nuestro". 
Parque de la discordia
Más del 80 por ciento de la Amazonia colombiana está protegida por el sistema de Parques Naturales o por los resguardos indígenas. El Yaigoje Apaporis tiene más de un millón de hectáreas. El título que tiene Cosigo está sobre la zona del chorro de La Libertad, el sitio sagrado de las comunidades indígenas y un lugar riquísimo en oro.
Parque de la discordia Más del 80 por ciento de la Amazonia colombiana está protegida por el sistema de Parques Naturales o por los resguardos indígenas. El Yaigoje Apaporis tiene más de un millón de hectáreas. El título que tiene Cosigo está sobre la zona del chorro de La Libertad, el sitio sagrado de las comunidades indígenas y un lugar riquísimo en oro. 

El proyecto Angostura. Sin licencia social

Colombia, país con una de las mayores riquezas hídricas del mundo, está hoy amenazada por el boom minero. Ya está solicitado más del 40% del territorio nacional, en buena parte, alta montaña, por empresas mineras colocando en riesgo tanto las fuentes de agua, como la soberanía alimentaria, la megadiversidad y las formas de vida tradicionales. El tema minero está hoy dentro de las preocupaciones del pueblo colombiano y en ello ha contribuido la lucha por la defensa del páramo de Santurbán. Así lo evidencian múltiples grupos creados en las redes sociales, blogs, videos, noticias, comentarios que levantan la voz de los medios alternativos de comunicación, mientras en los medios regionales y nacionales, el debate continua, y se registran a diario noticias y editoriales.
El pasado 17 de marzo, el ministro de Minas y Energía Carlos Rodado informó al país, que la empresa Greystar (1) retiraba la propuesta técnica y la solicitud de licencia ambiental del proyecto Angostura ubicado en el páramo de Santurbán. Esta noticia, sin precedentes en la historia del país (2), motivó expresiones de alegría de ambientalistas, organizaciones sociales y ciudadanía en general, que habían manifestado su desacuerdo por el desarrollo minero a cielo abierto en pleno corazón de uno de los principales páramos del país y que provee de agua a más de 2,5 millones de personas. No pasaron más de 24 horas, para que la empresa canadiense desmintiera las declaraciones del ministro Rodado y aseverara que no renunciaría a extraer el oro que yace en las entrañas de las altas montañas del Gran Santander, aunque reconocía que su actual proyecto Angostura contenía fallas técnicas y ambientales. La conclusión de su pronunciamiento fue que se dedicaría a la minería subterránea.
La actitud de la trasnacional minera tuvo diversas interpretaciones: algunas personas la vieron como una trampa, mientras otras la consideraron como una señal de un primer round ganado por el movimiento social en defensa del agua. No sólo obligó a la empresa a echar atrás su proyecto emblema, sino también a admitir sus flaquezas y falencias; a su vez, condujo al Ministerio de Minas y Energía a aceptar que no puede adelantarse la minería en páramos y, lo más importante, puso a Colombia a hablar en otros términos sobre la minería y mostró que la solidez de un movimiento con amplio respaldo social y ciudadano son claves en la defensa del territorio. Sin duda, este reverzaso de la minera norteamericana era resultado de la fuerte presión social, algo tenían que hacer si pretendía seguir en la región.
Lo cierto es que el pueblo santandereano ya había tomado una decisión: no conceder la licencia social a la megaminería en el páramo de Santurbán. Esto fue claro con la manifestación masiva del 25 de febrero, cuando más de 30 mil personas marcharon en Bucaramanga bajó una sola consigna: “agua si, oro no”, que sería la cuarta movilización que en menos de un año se presentaba en esta ciudad.
También hubo movimiento en Cucutá, Pamplona, Bogotá y Cartagena, ciudades donde los activistas y líderes sociales rechazaron en el marco de la protesta contra Angostura, la política minera del gobierno de Juan Manuel Santos. La lucha por Santurbán abrió el debate nacional sobre la minería y con ello transformó el panorama de los meses anteriores, en los que no parecía existir ningún reparo ante la locomotora minera.
Pero bien. Muchas amenazas permanencen para el páramo, el subpáramo y las formas de vida locales, porque la Greystar permanece en el territorio y porque, además, hay otras empresas con títulos mineros, entre ellas Ventana Gold, que les dan derecho a explorar las montañas de la Provincia de Soto Norte, también en Santander.
No obstante, interesa destacar algunos elementos de las jornadas que condujeron al cambio de posición de la Greystar, que hacen parte del balance positivo con el que hoy cuenta el pueblo de Santander, y en este contexto, los aportes del movimiento del agua en el departamento. Cómo su lucha se constituye hoy en un referente que anima y recrea los diversos procesos de resistencia a la minería, contra el despojo y en defensa del territorio que existen en el país.
El agua o la minería. Un debate nacional
El primer gran aporte de este movimiento social y ciudadano para el país es que abre las puertas a un debate de envergadura: es el agua o es la minería. El dedo en la llaga lo puso el Comité en Defensa del Páramo de Santurbán al anteponer la defensa de un patrimonio vital como el agua, a una actividad efímera y que sólo beneficia a unos pocos.
A los argumentos convencionales de lucha frente a la minería (referidos a la renta, el empleo, las regalías, el desarrollo, el progreso), se incorporaron otros a partir de la defensa de Santurbán, y adquirió un lugar la reflexión nacional sobre el modelo de desarrollo que se quiere para Colombia.
El movimiento santandereano por el agua sacude el pensamiento para imaginar el camino de un país como Colombia que hoy se debate entre dos fuerzas: las del extractivismo y las del futuro construido desde el agua y la megadiversidad, las riquezas esenciales del país.
Colombia, país con una de las mayores riquezas hídricas del mundo, está hoy amenazada por el boom minero. Ya está solicitado más del 40% del territorio nacional, en buena parte, alta montaña, por empresas mineras colocando en riesgo tanto las fuentes de agua, como la soberanía alimentaria, la megadiversidad y las formas de vida tradicionales.
El tema minero está hoy dentro de las preocupaciones del pueblo colombiano y en ello ha contribuido la lucha por la defensa del páramo de Santurbán. Así lo evidencian múltiples grupos creados en las redes sociales, blogs, videos, noticias, comentarios que levantan la voz de los medios alternativos de comunicación, mientras en los medios regionales y nacionales, el debate continua, y se registran a diario noticias y editoriales.
 
Greystar, empresa desacreditada
La legitimidad de la empresa minera quedó entre dicho, su credibilidad se resquebrajó. La minera Greystar siempre ha tenido un discurso soberbio y arrogante, con pretensiones de superioridad en el conocimiento sobre los habitantes: quisieron mostrar su proyecto como infalible y perfecto y sus técnicos se ufanaban diciendo que “ni por accidente podrían tener alguna falla su proyecto”.
La empresa negó y descalificó los rigurosos argumentos de los ambientalistas que siempre advirtieron las debilidades del proyecto y la ausencia de algunas consideraciones técnicas importantes en el estudio de impacto ambiental, como la presencia de arsénico en la roca, el impacto sobre el páramo y el riesgo para el agua de consumo de la ciudad de Bucaramanga por las pilas con solución cianurada en la parte alta del páramo. De acuerdo a un reciente artículo del grupo de biodiversidad y conservación de la Universidad Nacional de Colombia:
El estudio sobre factibilidad, desarrollo y ejecución del proyecto minero y su impacto sobre los ecosistemas y las fuentes hídricas de la compañía GreyStar presenta vacíos de información que no dimensionan el detrimento ecológico y social que tendría la explotación sobre esta zona, cuya preservación es vital para todas las manifestaciones bióticas y socioeconómicas de la ciudad de Bucaramanga y áreas aledañas” (3)
Reiterando los argumentos del Comité en Defensa del Páramo de Santurban expresados desde hace varios meses, el propio Ministerio de Minas y Energía manifestó:
“La decisión de la empresa Greystar de retirar las solicitudes de licencia ambiental y de aprobación del programa de trabajos y obras, presentadas a los ministerios del Ambiente y Desarrollo Territorial y de Minas y Energía, respectivamente, es la aceptación por parte de dicha empresa de la imposibilidad legal de adelantar actividades mineras en ecosistemas de páramo y de las falencias técnicas y ambientales del proyecto formulado, que en forma reiterada ha venido planteando el Ministro de Minas y Energía. El proyecto presentado para explotación minera en zona de páramo se descarta por completo” (comunicado Ministro de Minas y Energía del 23 de marzo de 2011).
En otro aparte del comunicado, el ministro resalta la poca seriedad de la empresa:
“La compañía Greystar ha manifestado públicamente que ha tomado la decisión de retirar las solicitudes de licencias de su proyecto minero, pero simultáneamente anuncia su intención de 'no retirarse del proyecto de Angostura'. Estos dos enunciados generan confusión si lo que quieren significar es que desean permanecer en la zona donde tienen títulos mineros para presentar una nueva solicitud de un proyecto totalmente diferente”.
Son muchas mentiras en muy poco tiempo. Al retirar su proyecto de minería a cielo abierto, reconoció que lo que antes había afirmado no era cierto. Mintió al pueblo santandereano y colombiano y volvió a mentir el 17 de marzo, cuando anunciara al ministro Rodado que retiraría el proyecto y sin embargo, antes de 24 horas salió a contradecirlo.
¿Costos económicos para Greystar? Sin duda. Y de otro tipo también. Sólo durante los días de la audiencia pública, la empresa ya había perdido más del 30% del valor de sus acciones, mientras su imagen seguía decayendo, luego del bochornoso caso de agresión a los periodistas de CMI por parte de trabajadores de la empresa y un concejal, cuando fueron a registrar la noticia desde el municipio de California.
 
Prohibida la entrega de título mineros en los páramos
“Debe quedar suficientemente claro, dijo también el ministro en el mismo comunicado, que de ninguna manera es viable un proyecto de explotación subterránea que comprometa el ecosistema integral de páramo y subpáramo”. Y había afirmado el 17 de marzo que “no emitirá ningún nuevo título minero para explotar recursos en zonas de reserva, mientras se analiza qué hacer con títulos emitidos antes de la vigencia de una nueva ley” (Agencia AP, 17 marzo de 2011).
Siete días antes, el 10 de marzo, el Instituto de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt (4) expidió un concepto que recomendaba al Ministerio de Ambiente no otorgarle licencia ambiental al proyecto Greystar en el páramo Santurbán, ratificando que el páramo, en esa zona, empieza a los 3.100 msnm y que el 60% del proyecto está dentro de estos ecosistemas. Han sido varios años de advertencia de muchos ambientalistas sobre la ilegalidad del otorgamiento de los títulos y las licencias ambientales en los páramos colombianos; defensores férreos de esta prohibición son, entre otras personas, el ex ministro Manuel Rodríguez Becerra, el profesor y ambientalista Joaquín Molano y el experto en minería, el geólogo Julio Fierro, que han denunciado la situación en todo foro público al que son invitados.
La exclusión de la minería en los páramos no sólo está reconocida en el Código de Minas.
También se encuentra en la legislación ambiental nacional y en los tratados internacionales. Y sin embargo, desde hace años, el Ministerio de Minas y Energía desacatando las normas y violando el propio código que ellos impulsaron, ha venido otorgando títulos en páramos y otras áreas protegidas. Refiriéndose a lo que ocurría ya en 2008, dice Julio Fierro que el cruce del Catastro Minero (…) con el Atlas de Páramos revelaba que, a esa fecha, el 9,5 por ciento de los páramos ubicados por fuera del Sistema de Parques se encontraba titulado y el 46,8 había sido objeto de solicitudes de títulos mineros” (5).
La declaración del ministro Rodado confirma la solidez de los argumentos de los defensores del agua. La contundente defensa de la directora del Instituto Humbolt, Brigitte LG Baptiste, es un buen garante de su protección. El reto está ahora tanto en estar alertas a que esta exigencia se cumpla, como en vigilar el proceso que delimitará los páramos, labor que ya comenzó el Instituto.
 
Una última reflexión
El caso de Santurbán logró trascender, y son diversas y numerosas las luchas de resistencia a la minería en el país. Estas avanzan silenciosamente y tal vez invisibilizadas por aquellos que promueven la gran minería. Mientras el gobierno le pinta al pueblo pajaritos de oro, la megaminería no logra recibir de la gente su licencia social; por el contrario, el descontento crece. En la Provincia de García Rovira (Santander) persiste la iniciativa de campesinas y campesinos que han detenido durante dos décadas el avance minero; la resistencia avanza también con fuerza hacia el Norte de Santander; en Nuevo Colón y Vijagual (Boyacá) una fuerte movilización frenó los proyectos mineros carboníferos de la empresa Drummond sobre los páramos del nororiente del departamento; en el Pacífico, indígenas Embera y afrodescendientes han resistido contra la explotación de oro en el Cerro Careperro, donde tiene intereses la Corporación transnacional de origen estadounidense Muriel Mining; en Cajamarca, departamento de Tolima, campesinos y otros pobladores locales se oponen con fuerza a la llegada de Anglo Gold Ashanti. Estos son algunos de los casos.
Los defensores del agua en Santander han dado una gran lección a las colombianas y los colombianos, pero la defensa del territorio sigue porque otras trasnacionales ya exploran este rico territorio de altas montañas del Gran Santander. Por ahora, las ganancias son muchas, pero no hay que olvidar que los retos son aún mayores. 

 
Tatiana Roa Avendaño. Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia. http://censat.org
Ilustración: Angie Vanessita Cárdenas Roa. Soplo de Luna. www.acdesign.tk
Referencias:
1- De acuerdo a un comunicado de 18 de marzo de 2001, del ministro de minas y energía Carlos Rodado: “Durante los últimos años la empresa Greystar ha venido adquiriendo derechos mineros y el 18 de febrero de 2007 suscribió un contrato de concesión que integró varios títulos mineros, para un total de 5.245 hectáreas, que abarcan áreas en los municipios de California, Vetas y Suratá en el departamento de Santander y el de Cucutilla, en Norte de Santander”.
2- Es la primera vez que se recuerde que una empresa minera haya retirado su proyecto minero y la solicitud de licencia por presión social de las comunidades.
3- Rangel-Ch, J. Orlando; Arellano Peña Henry, Exploración minera en Santurbán: un nuevo intento de burla, Grupo Biodiversidad y Conservación, Instituto de Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias - Universidad Nacional de Colombia. En http://www.unperiodico.unal.edu.co....
4- El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt es una corporación civil sin ánimo de lucro, vinculado al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT), que se constituye en el brazo investigativo en biodiversidad del Sistema Nacional Ambiental (Sina).
5- Fierro, Julio. Minería en los páramos. El agua vale más que el oro. En http://razonpublica.com/....


domingo, 22 de mayo de 2011

¿Es el cambio climático un problema ambiental?

Oxfam en su informe denominado “Climate Wrongs and Human Rights", (Los derechos humanos y errores sobre el clima), establece que las naciones más ricas del mundo han causado la mayor parte del problema debido al uso de combustibles fósiles para la generación de energía y para mover el transporte, mientras que los pueblos más pobres del mundo son quienes más sufren sus efectos. El informe concluye estableciendo que "El cambio climático fue visto primero como un problema científico, luego como uno económico y ahora se ha convertido en un tema de justicia internacional". 
 
 
¿Es el cambio climático un problema ambiental? También de derechos humanos, legal y económico
Pareciera que cada vez más las sociedades descubren que el cambio climático está lejos de ser un problema meramente de emisiones de gases con efecto invernadero y factores del clima. Su nexo social, económico y legal crece cuando comenzamos a analizar y medir sus efectos sobre propiedades, cosechas, derechos humanos y vidas.
No siempre el lugar donde se generan las emisiones es el mismo donde se materializan sus efectos, aunque al final siempre, como dice el dicho coloquial, la tierra te devuelve lo que tú le das. Paralelamente a este hecho, a medida que el cambio climático se va haciendo más evidente y aumentando sus efectos en orden de magnitud, se va introduciendo al sistema hombre-naturaleza más incertidumbre lo cual hace más compleja la gestión socio ambiental de los distintos niveles de gobierno y se crea más pobreza, inequidad y deterioro.
Convenios legales por las escaleras, impactos por el ascensor
El desenvolvimiento de los distintos representantes de los países en las cumbres internacionales y reuniones de trabajo para alcanzar los acuerdos necesarios que normen la actuación preventiva de cada país, sigue siendo lento ante la realidad de los impactos cada vez más pronunciados y frecuentes del cambio climático. No se han llegado a acuerdos vinculantes sobre quién genera qué cantidad de gases y en cuánto está obligado a reducirlas. Habría que evaluar inclusive si pasado el tiempo desde 1997, cuando la mayoría de los países industrializados se comprometió en Kyoto a reducir en por lo menos un 5% hasta 2012 la cantidad cuantificada en 1990, es todavía éste un porcentaje-meta pertinente.
Esta realidad cada vez más contundente y con eventos más drásticos a lo largo del tiempo nos la recogen los medios de comunicación día a día cuando reportan que el 70% de las catástrofes en el área de Latinoamérica y el Caribe, nuestro entorno geográfico inmediato, responden a los efectos del cambio climático; que en 2009 las inundaciones copiosas constituyeron 33% de las catástrofes ocurridas y que en 2010 se midieron los mayores registros de agua de lluvia caída en décadas. Se suceden expresiones climáticas cada vez más extremas, cada vez más frecuentes, fuera de los patrones regulares históricos en mayor número de países del mundo. 

 
Economía y cambio climático
Dar un golpe de timón y cambiar de rumbo para reformular el desarrollo en términos de desarrollo sostenible minimizando los impactos negativos socio ambientales ciertamente significa un costo no sólo traducido en miles de millones de euros, dólares o cualquier moneda existente, significa también una inversión sustantiva en términos de reformulación de procesos y cambios conductuales hacia la adaptación, mitigación y prevención de la generación de gases invernadero y efectos del cambio climático. Es pertinente entonces preguntarse ¿Cuánto significaría en términos económicos no hacer nada, quedarnos en esta “zona de confort” para algunos? ¿Son todos los impactos medibles financieramente?
Cada vez es más común leer y encontrar argumentos que van equilibrando la importancia de los distintos ámbitos que impacta el cambio climático como también cada vez es más común encontrar que las miradas van dejando de focalizarse en el ámbito económico para equilibrase con el ámbito social.
Derechos de todos por igual
¿Son o no son los derechos ambientales en el fondo derechos humanos al acceso a la vida, agua, aire limpio, suelos fértiles, hábitat sano, salud y empleo productivo?
Cabe reflexionar entre muchas otras interrogantes, en la vida real ¿cuánto más podemos esperar por la puesta en blanco y negro de la normativa que regule emisiones? ¿Es correcto que una persona quien vive en un país desarrollado tenga distintos derechos ambientales que otra quien viva en un país en desarrollo? ¿Quién tiene el derecho de negarle el desarrollo y progreso a unos países y con ello a sus habitantes respecto a otros? ¿Habrán cuotas para la implantación de energías limpias? ¿Quién tiene el derecho a impactar con su comportamiento la vida de otros y la accesibilidad a los recursos de la tierra a nuevas generaciones? ¿Son los argumentos éticos y morales más poderosos que los argumentos económicos? Ciertamente el problema trascendió el ámbito meramente climático y hay que dimensionarlo con instrumentos más allá de los sensores remotos, pluviómetros, termógrafos o pérdidas de cosechas y enseres para poder construir la respuesta adecuada.
La Organización no Gubernamental denominada Oxfam conformada por una confederación de 15 organizaciones conjuntamente en red con 3 mil organizaciones locales y presencia en 100 países del mundo, en su informe denominado “Climate Wrongs and Human Rights", (Los derechos humanos y errores sobre el clima), establece que las naciones más ricas del mundo han causado la mayor parte del problema debido al uso de combustibles fósiles para la generación de energía y para mover el transporte, mientras que los pueblos más pobres del mundo son quienes más sufren sus efectos. Cabe destacar que Oxfam es una organización que trabaja para erradicar la injusticia y la pobreza, cree que el respeto a los Derechos Humanos ayudará a salir de la pobreza a aquellos inmersos en ella y que la justicia económica y social son cruciales para alcanzar un desarrollo sostenible. El informe concluye estableciendo que "El cambio climático fue visto primero como un problema científico, luego como uno económico y ahora se ha convertido en un tema de justicia internacional".
Gestión ambiental incluyente
En éste como en otros casos, la gestión ambiental sistémica ha mostrado ser una potente herramienta. Tener una visión holística, universal e incluyente de los problemas ambientales, enmarcada en el tiempo, calificado realísticamente como el implacable, nos acerca a la realidad y nos permite evaluarla en sus momentos con lo cual podemos tener medidas comparativas que nos van narrando como se sucede tanto el fenómeno del cambio climático como nuestro impacto para modularlo.
Según Rojas, R.A. (2011), desde la perspectiva política, institucional y legal estamos hablando, con esta visión, de abordar un enfoque de gobernabilidad que no se reduce a cómo ejercer el poder sino a la manera en que las autoridades y la sociedad civil definen mecanismos para procesar la toma de decisiones a favor del interés común en un marco de legitimidad, confianza y transparencia, a lo cual le agrego, oportunamente, con equidad y fortaleciendo las instituciones. www.ecoportal.net
Evelyn Pallotta - Biólogo. Ecólogo. Analista ambiental. Actualmente se desempeña como Directora de Ecología y Ambiente del Estado Miranda. Twitter @eapallotta 

LAS ALGAS PETROLEO VERDE!!!!!!!!!

Como parte de los ingentes esfuerzos que realizan los diferentes países por encontrar el sustituto idóneo de los combustibles fósiles, causantes del calentamiento global, están las investigaciones para obtener biocombustibles de las algas. Algunos investigadores consideran que la reserva energética del mundo puede encontrarse en los océanos.

Las algas son vegetales acuáticos sin raíz, tallos, hojas o flores, que poseen pigmentos fotosintéticos adicionales a la clorofila y que en su reproducción absorben dióxido de carbono.

Con relación a otras plantas para la fabricación de biodiesel, éstas presentan la ventaja de que son capaces de crecer en suelos arcillosos o salinos, inadecuados para el crecimiento de otros cultivos. Su velocidad de crecimiento es tal que permite obtener consechas repetitivas en intervalos muy cortos y no requiere el uso de pesticidas o herbicidas.

Para su reproducción necesitan radiación solar, agua, anhídrido carbónico, algún nutriente y unos aparatos denominados fotobiorreactores.

Estudios comparativos indican que existen algas unicelulares capaces de producir 130,000 litros de biodiesel por hectárea, mientras que en la misma superficie sembrada con girasol sólo se obtendrían 500 litros. Otros resultados indican que dependiendo de la especie de alga y de la eficiencia del sistema, una hectárea de algas puede producir entre 30 y 250 veces más aceite que una hectárea de soja, o diez veces más biocarburantes que el maíz.

Una investigación que realiza la Universidad de Washington para identificar los mejores tipos de algas para biocombustibles plantea la tesis de que cada tipo de alga produce combustible para un uso determinado. Así, una clase de alga podría producir un combustible apropiado para un vehículo de motor, otra podría generar combustible para calefacción de viviendas, y una tercera, combustible para aviones.

Vivero de algas

Otro investigador de las potencialidades de las algas para biocombustible es Hein de Baar, catedrático holandés en Biología Marina de la Universidad de Groningen y del Instituto Neerlandés de Investigación Marina (NIOZ, según su sigla en holandés) en Texel.

De Baar, en un artículo escrito por el periodista Thijs Westerbeek van Eerten, expone que las algas son la especie vegetal más corriente de la tierra, puesto que gran parte de toda la biomasa del planeta está conformada por algas, y que si el biodiesel puede ser extraído de esa fuente inagotable, cultivada expresamente para ese fin, podrían disminuirse de forma notable las emisiones de dióxido de carbono.

Refiere que como las algas necesitan dióxido de carbono para crecer, un cultivo intensivo consumirá grandes cantidades de este gas de efecto invernadero. De esa manera, se convierte en un capturador de carbono.

De Baar decribe un vivero de algas de la siguiente manera: “Debe haber cubas enormes, que tienen que ser transparentes para que puedan capturar la luz solar. Puede ser una cuba vertical a un par de metros de altura que permita la entrada del aire desde abajo, aire que naturalmente será rico en dióxido de carbono.

También se puede pensar en un complejo de tubos horizontales por los que circule lentamente la mezcla de agua con algas. El agua será al principio bien cristalina pero, con el agregado de algunas sustancias nutritivas, terminará transformándose en una especie de sopa de arvejas que podrá ser bombeada directamente a una fábrica.

Allí filtrarán y sacarán las algas para más tarde ser procesadas como combustible”.

Para la construcción de un vivero de algas a gran escala para la producción de biocombustibles probablemente a partir de 2010, la Universidad de Groningen creó un consorcio conjuntamente con el mundo empresarial y el NIOZ.

Acciones en curso

The New York Times presentó en una reseña el modelo de Bryan Willson, profesor de la Universidad Estatal de Colorado, quien introdujo una cepa de algas amantes del dióxido de carbono en tanques de agua cerca de plantas procesadoras de gas natural en el desierto sur de Colorado, Estados Unidos.

El modelo consiste en cultivar algas en bolsas cerradas alineadas verticalmente en los tanques de agua, que se ubican cerca de una planta de procesamiento de gas natural para aprovechar el dióxido de carbono que desecha esta planta y que se agrega a la atmósfera.

Gracias al constante aporte de dióxido de carbono y al sol que reciben todo el año, las algas crecen más rápido.

En tanto, en la ciudad italiana de Venecia están dando pasos concretos para aprovechar el potencial energético de las algas. Ese país anunció un plan para generar el 50% de sus necesidades de electricidad a través de una central eléctrica que utilizará algas en vez de combustibles fósiles.

Con una inversión de USD264 millones construirá una nueva central de 40MW ubicada en el centro de la ciudad.

Y para lograr que sea realmente carbono-neutra, todo el CO2 producido en el proceso se reincorporará en las algas. El plazo para su construcción son dos años.

Así, las hoy molestas algas, porque se adhieren a los barcos y crecen en el puerto, serán cultivadas, tratadas en laboratorios y convertidas en combustible que luego se utilizará para hacer girar las turbinas de la central.

ALGUNAS VENTAJAS

-Muchas de las algas con las que se está experimentando son ideales para generar biodiesel, debido a su alto contenido en aceites y su extremadamente rápido crecimiento.

- Pueden crecer con agua salada o no potable y en terrenos desaprovechados para uso agrícola.

-Para su producción masiva no requieren de tierras que bien podrían destinarse a cosechas o a plantaciones de bosques.

-No necesitan pesticidas ni plaguicidas.

-Pueden emplear diferentes fuentes alternativas de nutrición, como las aguas residuales.

-Son capaces de producir 30 vecvves más biodiesel que la misma cantidad de materia utilizada convencionalmente.

-El biodiesel de algas no contiene sulfuros, ni sulfatos, no es tóxico, y es altamente biodegradable.

Proyectos alrededor del mundo

Las iniciativas para aprovechar las algas como combustible se multiplican por todo el mundo. En Nueva Zelanda, la empresa Aquaflow realiza experimentos con algas para obtener biocombustibles.

En Israel, la empresa Seambiotic ha patentado una técnica que produce un litro de combustible por cada cinco kilos de una macroalga del Mediterráneo.

La compañía Algae Biofuel, con equipos en Arizona y Australia, asegura que sus algas requieren muy poco espacio para crecer.

En Argentina, la multinacional Oil Fox ha llegado a un acuerdo con el gobierno de la provincia sureña de Chubut para sembrar cuatro variedades de algas marinas y producir aceite.

En Japón, la Universidad de Ciencia y Tecnología Marina de Tokio trabaja en un proyecto para producir etanol a gran escala mediante el procesamiento de las macroalgas Sargasso.

En España, la empresa BioFuel Systems (BFS) investiga un tipo de biopetróleo basado en microalgas que también absorben el CO2 de las actividades industriales. Según sus responsables, si se cultivan algas en una superficie dos veces del tamano de la Comunidad Valenciana se podría suplir la producción mundial diaria de petróleo.

En Estados Unidos, las empresas GreenFuel Technologies y Solix Biofuels están estudiando diversas variedades de algas con una alta densidad de aceite y de crecimiento rápido.

En Alemania, investigadores de la Universidad Superior Politécnica de Bremen, del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Marina y varias compañías colaboran en un proyecto de producción de biocombustible de algas, al que han denominado “Mitigación del Gas de Efecto Invernadero”.

En República Dominicana, el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), en coordinación con la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) trabajó en un proyecto de producción de biodiesel a partir de microalgas.

jueves, 19 de mayo de 2011

Foro Indígena de la ONU: Rechazan mercantilización de carbono de los bosques

“Esta visión de mercantilizar la naturaleza va precisamente a contra corriente de la visión de los pueblos indígenas que siempre han sido los más respetuosos, los promotores de una vida en armonía con la naturaleza, de considerar a la naturaleza no como un objeto, no como una cosa sino como nuestro hogar, como un sistema, como la comunidad en la cual todos vivimos y de la cual todos dependemos."
 
Durante las sesiones que se vienen desarrollando en el Décimo Periodo del Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la ONU, desde el 16 al 27 de mayo de 2011, la delegación de Bolivia, junto con otros representantes de pueblos y comunidades indígenas, que integran a organizaciones y asociaciones internacionales indígenas de diferentes partes del mundo, han reiterado su rechazo contundente al Mecanismo de Reducciones de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques, más conocido con el nombre de REDD, porque promueve la mercantilización de los bosques y afecta a los Derechos de los Pueblos Indígenas. En su intervención, el Embajador Pablo Solón, de la delegación boliviana, señaló que Bolivia “no apoyó los mal llamados “Acuerdos de Cancún” porque ellos establecen promesas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que llevan a un incremento de la temperatura de 4 grados centígrados en lo que va de este siglo. Si eso ocurre habrán graves consecuencias para todos los pueblos del mundo, muchos estados insulares desaparecerán. La desertificación se acrecentará en varias regiones, en particular en el África y en el caso de mi país, un país de cerros con nevados, veremos que se perderán una gran parte de los glaciares que tiene nuestros cerros provocando graves efectos a la provisión de agua a la biodiversidad y a la agricultura de las economías de los pueblos indígenas y campesinos”. 

Asimismo, refiriéndose a la iniciativa de REDD, y que está dentro de los mal llamados de “Acuerdos de Cancún”, manifestó: “Nosotros no compartimos la visión de mercantilizar los bosques y la provisión de los servicios ambientales de los mismos. Creemos que es necesario preservar los bosques y garantizar los derechos de los pueblos indígenas pero ello no puede darse a través de un mecanismo que lo que busca es ponerle precio al servicio ambiental que prestan los bosques, y luego emitir certificados de reducción de emisiones para colocarlos en un mercado de carbono del cual se beneficiaran sobre todo las empresas transnacionales de los países desarrollados del norte. Con estos certificados de reducción de emisiones de nuestros bosques los países desarrollados y las empresas industrializadas incumplirán sus compromisos de reducción de emisiones, pues lo único que tendrán que hacer será mostrar que han adquirido uno de esos certificados para así justificar su no reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”. 

El Embajador Solón, planteó que “tiene que haber una retribución económica a los países que preservan los bosques y a los pueblos indígenas, pero esta retribución económica no debe basarse en mecanismos de mercado sino que tiene que establecerse a través de un mecanismo de impuesto a las transacciones financieras que permita generar fondos sin ninguna clase de condicionalidades”. 

En esta medida, recomendó al Foro Permanente “que realice un estudio amplio sobre las consecuencias que tendrán las emisiones de certificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero sobre los derechos de los pueblos indígenas, porque una vez que se emite un certificado de reducción de emisiones y lo adquiere un tercero fuera del país se genera una situación de conflicto con los derechos de los pueblos indígenas que tiene que ser previamente analizada y estudiada antes de ser implementada y desarrollada”.
“Esta visión de mercantilizar la naturaleza va precisamente a contra corriente de la visión de los pueblos indígenas que siempre han sido los más respetuosos, los promotores de una vida en armonía con la naturaleza, de considerar a la naturaleza no como un objeto, no como una cosa sino como nuestro hogar, como un sistema, como la comunidad en la cual todos vivimos y de la cual todos dependemos. Creemos nosotros que hacia la Conferencia de Río+20 en vez de promover la mercantilización de la naturaleza a través de la llamada economía verde tenemos que mas bien avanzar por el camino de reconocer los derechos de la naturaleza, porque la naturaleza también tiene derecho a existir, tiene derecho a reproducirse y tiene derecho a una vida saludable”, destacó el Embajador Solón. 

Asimismo, las organizaciones de la Comunidad Integradora del Saber Andino (CISA) de Ecuador, el Centro de Derechos Humanos y Accesoria de Pueblos Indígenas (CEDHAPI) de México, la Comisión Internacional del Arte de los Pueblos Indígenas (CIAPI), la Consultoría de los Pueblos Indígenas en el Norte de México (CPINM), el CAUCUS de América del Norte, la representación de Mujeres Indígenas, entre otros, manifestaron su rechazo a las políticas e iniciativas de REDD, que son una parte de la llamada Economía Verde y que se constituyen en una más de las falsas soluciones. www.ecoportal.net
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra
 

Más 3 millones para cuidar de la Amazonía

Para enfrentar la amenaza que implica el aumento en las inversiones mineras y de hidrocarburos en la Amazonia colombiana, distintas organizaciones están preparando el escenario para crear alternativas distintas, de manera que estas actividades extractivas, cada vez más inminentes, puedan regularse mejor y no resulten tan dañinas para la región.

La Unión Europea dispuso una donación de 3 millones de euros para apoyar estas iniciativas de la que hacen parte Parques Nacionales Naturales, Patrimonio Nacional y la Fundación Gaia Amazonas.

Según información de la Convención para la Biodiversidad Biológica, este aporte para la conservación de áreas protegidas en Colombia fortalecerá la colaboración de la gobernabilidad ambiental entre el Gobierno colombiano, las autoridades tradicionales indígenas, organizaciones de base y la sociedad civil dedicadas a la conservación y el desarrollo sostenible de la Amazonía colombiana.

La financiación, programada para 24 meses, reforzará la subsistencia de las comunidades locales mediante el fortalecimiento de la prestación de servicios ambientales claves y de los beneficios que estos brindan a las personas, incluyendo la seguridad alimentaria y de agua dulce, la generación de ingresos y el acceso cultural y espiritual para los pueblos indígenas.

La iniciativa está orientada a que Colombia tenga un nuevo modelo de desarrollo para la Amazonia y a organizar a las comunidades locales para que ellas tengas herramientas que les permitan proponer estrategias y enfrentar los cambios que se avecinan. También contribuirá al financiamiento sostenible de áreas protegidas.

altCredito: Patrimonio Natural
“La nueva alianza lo que busca es que meterle el análisis de sostenibilidad económica y de nuevas economías basadas en servicios ambientales a todo el tema de gobernanza ambiental, para hacerle frente a amenazas como la minería o los hidrocarburos”, señala Ignacio Gómez, subdirector administrativo de Gaia Amazonas. “Si se llega dar un escenario de pagos por servicios ambientales (como la iniciativa REDD) se requiere que haya una gobernabilidad indígena y que las comunidades funcionen y estén organizadas, y se requiere un monitoreo del bosque muy estricto”, explica.

“Los indígenas con su investigación tradicional podrían hacer aportes importantes para combinar el monitoreo satelital y el indígena”, añade. La idea es que las comunidades lo lleven a cabo con sus investigaciones propias de manejo del mundo y de los recursos naturales.

Así, con esta alianza, se pretende preparar el terreno para estructurar proyectos nuevos que estén basados más en los servicios ambientales que presta el bosque y no en las actividades extractivistas, de modo que se tengan argumentos para prohibir la minería en ciertos lugares. “Es difícil negociar con el Estado y decir que no puede entrar la minería sin tener una alternativa de ingresos “, explica Gómez.

Entender el presente y futuro económico de la Amazonia

altCredito: Patrimonio Natural
Con parte de los fondos de Unión Europea, a Patrimonio Natural que es un fondo de fomento para la conservación, le corresponde hacer el estudio para entender la dimensión económico financiera de la Amazonia hoy y en el futuro.

“Queremos entender qué va a significar eventualmente la minería para la región de la Amazonia desde el punto de vista económico y financiero, porque para hacer viable la financiación de la conservación va a ser necesario entender cada vez más la economía minera, petrolera, agropecuaria y los desarrollos de infraestructura que se están planteando para la Amazonia, y entender que el panorama económico de la región va a cambiar drásticamente”, señala Alberto Galán, director de la entidad.

“Ya hay muchos títulos mineros que se adjudicaron, sobre todo en 2008, 2009 y 2010 en las zonas de Guainía y Vaupés, principalmente. También está la zona del petróleo que se viene. Parques está avanzando negociaciones con la Agencia Nacional de Hidrocarburos para llegar a acuerdos sobre zonas de eventual explotación y zonas de conservación, sobre todo alrededor del parque Chiribiquete (entre los departamentos de Caquetá y Guaviare)”, añade.

Galán considera que existen grandes riesgos de estas inversiones, pero también oportunidades que hay que saber anticipar. “La escala de intervención que se está planteando para la Amazonia va a ser de gran impacto y generará proceso demográficos que hay que entender; en eso queremos centrarnos para trabajar en incentivos de conservación”, explica.

“Patrimonio Natural trabaja para que la Amazonia tenga inversiones efectivas, estratégicas y suficientes para conservar su patrimonio natural y cultural. La idea es desarrollar herramientas económicas y financieras para el desarrollo e incentivos que promuevan una economía en que la conservación de la diversidad biológica y cultural y el manejo sostenible de los recursos biológicos sean el eje determinante de las relaciones sociales e institucionales”, señalan en la entidad.

Galán indica que se está haciendo especial énfasis en lo económico porque es esto lo que le va a dar la sostenibilidad a cualquier tipo de intervención, pues seguramente muy pronto a la Amazonia llegarán dineros de regalías mineras y petroleras.

Preciosidade colombiana

En la Amazonía está el 15 por ciento de los yacimientos mineros del mundo, principalmente de cobre, plomo, oro, estaño y magnesio.

La Amazonia colombiana tiene un total de 38.518.209 hectáreas protegidas bajo figuras de parques nacionales reservas forestales y reservas naturales.

Según Patrimonio Natural, hoy hay 61.100 hectáreas bajo usos de minería y producción de hidrocarburos en el área de influencia de la Macarena (el punto de encuentro de los ecosistemas andino, amazónico y orinocense, ubicado en el departamento del Meta) y expectativas sobre 470.000 hectáreas adicionales.

“La Amazonia colombiana es una de las áreas mejor conservadas de toda la selva amazónica, sin embargo enfrenta grandes retos para garantizar su fututo, uno de ellos el desarrollo de medidas integrales que potencien los recursos y capacidades de la región, que hagan viable y den sostenibilidad a las iniciativas públicas, comunitarias y privadas de conservación y uso sostenible de los recursos naturales de la Amazonia”, indican en la entidad.

El Ártico, ¿campo de batalla por los recursos?



De la Guerra Fría a la guerra helada: la lucha por el Ártico


 
El Ártico, una región olvidada tras el fin de la Guerra Fría, ha regresado a la política internacional como una zona de posibles disputas, gracias al calentamiento global. La importancia de la región volvió al primer plano en la última semana gracias a la filtración de cables de Wikileaks sobre el tema y a un reclamo que anunció Dinamarca.
Se estima que la capa de hielo que cubre el Ártico protege en torno al 25% del petróleo que queda por explotar en el planeta, lo que colocaría a la región al mismo nivel que Arabia Saudita en cuanto a depósitos de "oro negro". También es rico en gas natural, carbón, hierro, plata, oro, zinc e incluso se dice que rubíes.
El deshielo está haciendo que estos recursos naturales sean más accesibles sobre todo para Estados Unidos, Canadá, Rusia, Dinamarca, y Noruega, que son los países que tienen lineas fronterizas con el Ártico.
Y todos ellos codician llevarse un trozo grande de pastel.
El problema no son las fronteras terrestres, que están bien delimitadas, la cuestión que se plantea en estos momentos es de quién es el espacio marítimo y sobre todo de quienes son las enormes riquezas que contiene.
Para resolver esta disputa los cinco países se comprometieron en 2008 a respetar la Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas que hasta el 2014 deberá dirimir las diversas reclamaciones territoriales.

Aumentan las tensiones

Pero a pesar de que hay una voluntad para llegar a un acuerdo de forma legal y pacífica, cables secretos revelados por Wikileaks indican que la disputa por los recursos naturales se está poniendo al rojo vivo, e incluso podría empeorar según dijo a BBC Mundo Robert Huebert, experto en geopolítica del Ártico de la Universidad de Calgary en Canadá.
"Los cables de Wikileaks indican que los daneses creen que tienen el derecho de reclamar hasta el Polo Norte, algo que también creen los rusos (...), lo que podría ser motivo de conflicto en el futuro"
Robert Huebert, geopolítico
"Los cables de Wikileaks indican que los daneses creen que tienen el derecho de reclamar hasta el Polo Norte, algo que también creen los rusos. Esto indica que los reclamos podrían sobreponerse, lo que podría ser motivo de conflicto en el futuro", indica el experto.
Otra señal de que el potencial de un conflicto futuro estaría aumentando es una paulatina e incesante militarización del Ártico. En uno de los cables, diplomáticos estadounidenses hablan de un "potencial incremento en amenazas militares en el Ártico".
Robert Huebert dice que "estamos viendo el reestablecimiento de la capacidad militar. Todos las naciones del ártico a excepción de Canadá están volviendo a desarrollar su capacidad de combate para operar en el Ártico", dice Huebert. "Pero la razón de esto no es dominar el Ártico por la fuerza, sino que la desaparición del hielo como obstáculo está convirtiendo al Ártico en un océano como otro cualquiera que permite a los países actuar en caso necesario".
"El hecho de que Estados Unidos haya establecido un número significativo de aviones de combate en Alaska y el hecho de que tenga un sistema de misiles antibalístico allí no es porque vaya a mantener una guerra aérea con los rusos. Están allí en caso de que algún día Corea del Norte lance un misil. Pero el problema es que si los estadounidenses han desplegado este sistema en el Ártico, Rusia también lo está haciendo", explicó el experto.

Las luchas del siglo XXI

Según se ha conocido, en los cables de Wikileaks se cita el embajador de Rusia ante la OTAN diciendo "el siglo XXI verá una lucha por recursos, y Rusia no debe ser derrotada en esta lucha... La OTAN sabe de dónde vienen los vientos. Vienen del norte".
También se revela que, en abril de 2008, el jefe de la armada Rusia, almirante Vladimir Vysotsky, dijo que "aunque en el Ártico hay paz y estabilidad, no se puede excluir que en el futuro haya una redistribución de poder, incluyendo una intervención armada".
En septiembre de 2010, durante una conferencia internacional sobre el Ártico organizada en Moscú, el primer ministro Ruso, Vladimir Putin, desestimó que la región pueda convertirse en un campo de batalla internacional.


Estados Unidos ha aumentado el número de cazas en Alaska.
"Toda especulación sobre una competencia por los recursos árticos son infundadas. A pesar de las existentes disputas territoriales entre las naciones del Ártico, todos los problemas pueden arreglarse por la vía diplomática".
Entretanto, el Kremlin no ha estado inactivo. Moscú reclama un territorio que abarca 1,2 millones de kilómetros cuadrados en el Ártico y llega al Polo Norte. En lo que es visto por los observadores como un intento de establecer su control territorial, el gobierno ruso está construyendo ocho plantas de energía en el Ártico que podrían entrar en operaciones en 2012.
En 2007, un equipo de científicos de ese país exploró el lecho del océano Ártico a bordo de dos mini submarinos. La misión científica pretendía encontrar evidencias de que una vasta cordillera submarina era la extensión geológica del territorio ruso. Como un gesto simbólico, los científicos plantaron una cápsula de titanio con la bandera rusa a 4.200 metros de profundidad.
Poco después de esto, Canadá anunció que construiría dos bases militares en el Ártico. Sin embargo, a 2011, la construcción aún no ha empezado.

Futuro incierto

Por ahora, está triunfando la voluntad de los países del Ártico de resolver sus disputas por la vía política y de acuerdo a la norma internacional, y según el experto en geopolítica, a corto plazo, no parece probable que la tensión pase al plano militar.
Pero, lo que ocurrirá a largo plazo es una incógnita que algunos miran con temor. Sobre todo porque, además del acceso a los recursos naturales, el deshielo también abrirá nuevas rutas para el transporte marítimo y el turismo así como mayores posibilidades de pesca, algo que también podría convertirse en motivo de tensiones internacionales.
"Va a ser un desastre medio ambiental y no parece que nadie vaya a hacer algo al respecto"
Robert Huebert
Y si esto fuera poco, no hay que olvidar el impacto en el medio ambiente, algo que horroriza a los ecologistas que se sienten impotentes.
Según los expertos estamos ante una paradoja: los recursos que una vez fueron inaccesibles son cada vez más fáciles de adquirir debido al cambio climático. Sin embargo, si se empiezan a explotar, el cambio climático se acelerará en la región, lo que podría tener unas consecuencias devastadoras en el planeta.
"Va a ser un desastre medio ambiental y no parece que nadie vaya a hacer algo al respecto", dice Huebert.

Proceso largo

Pero todavía van a pasar muchos años hasta que se puedan extraer los tesoros del Ártico.
Debido a las difíciles condiciones del territorio ártico, está costando mucho tiempo y dinero a los países lograr mapear el territorio.
Además, en opinión de Robert Huebert, le va a llevar mucho tiempo a la ONU examinar las reclamaciones que tienen que estar acompañadas de pruebas científicas.
El último en finalizar este proceso ha sido Dinamarca.
Esta semana, la cancillería danesa dijo que estaba preparando los documentos para someterlos a Naciones Unidas para apoyar su reclamo y que los publicaría el próximo mes.
Luego el panel de expertos de la ONU tendrá que decidir si aprueba el reclamo o no. Si lo rechaza, Dinamarca tendrá que buscar más pruebas científicas que avalen su reclamación y presentarla de nuevo como le ocurrió a Rusia en el año 2000.
Es una lucha que apenas comienza y que puede volverse más prominente en los próximos años.