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domingo, 26 de junio de 2011

Produce UAM bacterias para remediar suelos contaminados

Mediante un proceso de selección artificial, investigadores del departamento de Energía de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A), reproducen bacterias naturales en grandes cantidades para remediar suelos contaminados por hidrocarburos.
El proceso consiste en aislar algunas bacterias generadas en los suelos dañados por compuestos orgánicos (hidrocarburos) para ser “entrenadas”, es decir, alimentadas mediante condiciones especiales dentro de un reactor a fin de reproducirse y posteriormente liberarlas para limpiar la misma superficie afectada.

El investigador Jorge Francisco Rodríguez González, titular del proyecto, explicó que con esta tecnología se descontaminan suelos, agua y aire, pues estos microbios son los encargados de comerse diferentes sustancias dispersas en la zona y regresar los sitios perjudicados a la vida natural (transformado casi todo en agua y bióxido de carbono).

En suelos afectados, por ejemplo, donde son explotados los recursos energéticos como el petróleo y el gas natural, dan lugar a algunas bacterias llamadas pseudomonas, las cuales nacen, crecen y se reproducen “alimentándose” principalmente de estos combustibles.
Son estas zonas deterioradas, indicó Rodríguez González, donde es aplicado el proceso para eliminar las sustancias dañinas. Así, tras separar estos microbios aerobios (bacterias que viven del aire) se colocan en un reactor equipado con agua a una temperatura controlada, con una bomba de aire y un tiempo de residencia también inspeccionado.

Dentro del contenedor se instala un medio de cultivo selectivo a través de nutrientes (nitrógeno, potasio y fosforo) para favorecer el crecimiento de las bacterias y el mejor “entrenamiento” con el interés de volverlas más activas, pero sin perder el método natural de reproducción.
“Con esta tecnología y mediante el método de bioaumentación reproducimos los microbios que obtuvimos del suelo afectado”. Sin embargo, el experto de la UAM-A subrayó que la técnica debe controlarse de manera constante, es decir, resulta necesario renovar el caldo del reactor para evitar que otras bacterias alteren y perjudiquen el cultivo.

De esta manera, apuntó el ingeniero químico, son reproducidas en cantidades superiores y logran propagarse hasta 200 veces más para ser liberadas sobre la zona dañada por los combustibles o hidrocarburos, los cuales cuentan con sustancias tóxicas como el benceno, tolueno y xilenos.
Esta biotecnología, aseguró Rodríguez González, es capaz de degradar las mismas sustancias con los microbios reproducidos a fin de limpiar suelos afectados, en un lapso de unas semanas. “De lo contrario, el proceso puede tomar más de cien años si esperamos que las  bacterias desintegren el petróleo de manera natural”, resaltó el investigador.
Otras ventajas que ofrece esta tecnología son poca inversión económica en su implementación y que realiza una limpieza profunda en la zona afectada, además de evitar el paso de contaminantes de un ambiente a otro, como sucede en un lavado.

A decir del científico de esta casa de estudios, un proceso similar fue efectuado en el pasado derrame de petróleo ocurrido en el Golfo de México, donde hubo daño al ecosistema mexicano por el hundimiento de una plataforma.

Cabe mencionar que antes de liberar los microorganismos debe implementarse una investigación con el propósito de conocer la localidad afectada y de esta manera impedir generar sustancias más dañinas, además es recomendable ocupar sólo las bacterias originadas en la zona, pues son las que están “entrenadas” para resolver el problema, concluyó Rodríguez González.

La investigación que inició en 1994 tuvo la participación de diversos investigadores del área de Procesos y Medio Ambiente de la UAM-A. Asimismo, cuenta con una patente otorgada en 2004 por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. (Agencia ID)

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