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sábado, 5 de marzo de 2011

Oigan a estos: ¿que no se puede defender los animales?

Oigan a estos: ¿que no se puede defender los animales?

Marzo 03 de 2011
Ramiro Velásquez Gómez
Horrorizados algunos por el escándalo con la violenta muerte de la lechuza. Afirman que ese día y al siguiente hubo asesinatos escabrosos de humanos y que se les puso menos atención. Mentiras. Si a eso vamos, nunca se podría denunciar el abuso con animales, porque casi todos los días en el país hay alrededor de 50 muertes violentas. Pobres argumentos.

Vayamos por partes. Lo que hizo el jugador del Pereira no tiene justificación. Su patada es el reflejo de cómo se tratan a diario los animales en la cotidianidad. Vaya a ver cómo patean perros callejeros en todos lados para ahuyentarlos, cómo les echan agua a los gatos y cómo hasta en las más encopetadas edificaciones sacan las crías de estos animales a cualquier rastrojo, a la intemperie. En las conversaciones se nota: en medio de risas se recomienda que "mejor ahóguelos". Vea cómo se enjaulan aves y mamíferos y vea cómo se venden en las carreteras y cómo se compran. Vea cómo se mantienen en algunos almacenes en condiciones dolorosas y desobligantes, mientras aparece el salvador: un comprador. Mire cómo unos (cada vez menos, es cierto) pagan un boleto para gozar con el dolor de un toro.

El maltrato está entronizado en nuestra cultura. Decía alguien, refiriéndose al caso del futbolista, que no entendía cómo causaba tanto revuelo si una voladura del oleoducto hace poco había causado peores daños a la fauna. Lógico, como el partido se televisaba, la patada fue mostrada por los medios de comunicación. Si estos no van a otro lugar o nadie reporta una afectación, eso no impide que se cuestione una actuación que sí se conoce.

Oportunistas que se las dan de muy humanos se preguntan cómo se destacó más esa patada alevosa que los asesinatos dolorosos del día. Lo que sucedió en Barranquilla a los ojos de las cámaras no se ve a diario. Por eso es noticia. Y hay que cuestionarlo. Lástima, sí, que se muestren tan pocos casos para la cantidad que se presenta.

El asesinato de una persona tiene quién lo asuma. Hay Policía, hay Fiscalía, hay CTI, hay jueces y comités de Derechos Humanos, etc. Y se investiga, con suma presteza, si el crimen ocurre en ciertas esferas o involucra personas adineradas, políticos o residentes en la capital. ¿Conoce alguien igual diligencia en la muerte de animales?

Los tiempos han cambiado. Muchísima gente aún asume que son los reyes de la creación. Pero cada vez hay más que nos convencimos de que somos un animal más entre todos los que pueblan este planeta. Y como algunos humanos son más racionales, eso obliga a tener consideración con los otros animales y a velar por ellos.

Qué tristeza, se duelen otros: dándoles comida a animales, con tanta hambre en este mundo. ¿Excluye lo uno a lo otro?

Como especie tenemos predisposición genética a ayudar a los congéneres, porque eso, de paso, involucra nuestra propia supervivencia o la de nuestros descendientes directos, pero hemos adquirido la capacidad de raciocinio para ver que todos en este mundo dependemos unos de otros.

Falta de sensibilidad.

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